loader image

1871 Valladolid, primeros de Diciembre (por Teresa Zugazabeitia, fi)

diciembre 5, 2017

Hace frío ya. Sin querer, sorprendo la conversación de dos jesuitas que andan muy preocupados por el buen ser y proceder de la Compañía. Ya sufren bastante con los avatares políticos: están dispersos sin poder vivir en comunidad. Y encima ese joven que ha venido de León. No sé qué se trajina con esas cuatro mozas.

   – …pues sí. Ha contratado una diligencia y se van el seis, después de comer. 

   – ¿A Zamora?

   – Sí, pero de pasada; allí hacen noche. Porque la víspera de la Purísima, quieren estar en Salamanca. No sé. Este Herranz… va con cuatro jóvenes: tres de aquí y otra, vasca, me parece; es la que lleva el cotarro. Andan queriendo hacer una fundación de monjas…

    – ¡Andá! ¡Vaya con el Herranz! Estos jóvenes… ¿Y lo sabe el Provincial?

– No lo sé. Como andamos dispersos a causa de la revolución, él está en casa de su hermano y confiesa en la iglesia del Rosarillo. Con lo bien que estaba en León; hasta socio del Provincial era. 

– Y ministro y consultor del Colegio Máximo.

– Ya sabe Vd. que siempre ha sido de espíritu muy apostólico. Ya era abogado cuando entró en la Compañía. Anda muy preocupado con el cariz que están tomando las cosas… ni el Catecismo se permite en las escuelas. Y él sabe bien el valor de la educación. Fíjese nosotros… ¡Suprimidos!. Menos mal que podemos seguir haciendo bien a los prójimos, aunque dispersos; sin comunidad. Cada cual como puede.

   – ¡Ah! Y en esa iglesia ha debido conocer a la vasquita.

– No. Esa joven está de sirvienta en la casa de los Sabater que son muy amigos de José, el hermano de Herranz. Y se confiesa con él, como Vd. dice, en el Rosarillo. 

En qué líos se esta metiendo… No sé qué dirá el Provincial; además, no es  nuestro  modo de proceder. Porque a nuestro P. Ignacio no le gustaba que los jesuítas andáramos en zarandajas de fundaciones de monjas…

–  Y por qué se van a Salamanca?

   –  Ésa es otra. ¿Conoce a Bombardó? Pues es íntimo de Herranz. Está en Salamanca porque tiene muy buena relación con el Obispo, Luch y Garriga. Fíjese que le ha encomendado nada menos que el Seminario, la niña de sus ojos. Claro como los dos son catalanes…Otra casualidad que va a aprovechar para la dichosa fundación. 

Este Herranz me preocupa. Es un hombre de Dios, eficaz, vale mucho. Pero si sólo lleva de sacerdote, en la Compañía, nueve años. ¿Quién va a pararle? 

¡Una chica de servicio como Fundadora! Y las otras, ¿qué me dice? Pocas en número… y en calidad, ¡todavía peor! Bueno, dicen que una es maestra… ¿pero las otras?

Pues lo ha tomado muy en serio: como es amigo de los Sabater, ha logrado que liberen de los quehaceres domésticos a Juana Josefa, la guipuzcoana, y le da clase todos los días. Le esta enseñando a leer y escribir.

 ¡No me diga! Y … ¿con una joven así, anda en fundar una Congregación que se dedique a la educación de la mujer? ¿Por medio de la enseñanza? ¡Por Dios!¡Qué cosas tendremos que ver! ¿Y el Provincial no dice nada?

–  Pues, casualidad. Como estamos unos por aquí y otros por allá con esta dichosa revolución, quizá ni se ha enterado. Con lo bien que estaba en León, tener que venirse a Valladolid. Casualidad también encontrarse con éstas que iban para monjas. 

Continuará…

Relacionados