La Congregación empieza a existir, por voluntad expresa de la M. Fundadora, un día de la Inmaculada.
La fiesta de la Inmaculada es la más antigua en la Congregación. Nos conecta directamente con nuestros orígenes:
Lo recogieron las primeras Hijas de Jesús en las Reseñas Históricas de datos oídos a la Madre Fundadora cuando les hablaba de la inspiración del Rosarillo: fundar una nueva Congregación…
«Me parecía que la Virgen me lo repetía al oído una y otra vez. Por eso, siempre me habéis oído decir que la fundadora fue Ella».
Reseña Histórica FI
El P. Herranz lo confirma en las palabras que les dirige en Salamanca aquel 8 de diciembre de 1871, dos años después:
«…bajo la protección de Jesucristo y de María Inmaculada, vienen a cultivar los jardines de la infancia y la juventud…»;
«…la Congregación Hijas de Jesús que, hoy mismo y con este acto, comienza a levantarse en la Iglesia bajo el amparo y tutela de la Virgen Inmaculada, cuya fiesta hoy celebramos…»;
«…llevando siempre por Estrella de vuestros caminos a María Inmaculada».
P. Herranz 7 y 8 de diciembre de 1871
Cuando unos meses después prepara el texto de las Constituciones sobre la base ignaciana, la Madre Cándida hace algunas adiciones especialmente significativas:
«…bajo el visible amparo y particular protección de la Inmaculada Concepción de la Virgen María…» (FI 1);
«…acordándonos que nuestra Madre y Patrona es la siempre Virgen Inmaculada» (FI 28);
«El día 8 de cada mes, por gratitud a la Inmaculada Concepción de María… habrá ejercicios prácticos de virtudes, exhortándolas después la Madre a la abnegación de sí mismas y a las demás virtudes, principalmente a la unión y caridad fraterna» (FI 18).
Habla de la Virgen como nuestra Madre. Lo hace desde una relación de amor, ternura y confianza. Da por segura la respuesta de María. Va en esta línea el «vivir», «estar», «ponernos bajo su manto» o las invocaciones con las que abre la mayoría de sus cartas. Se resumen en un acto de confianza.
La Inmaculada es una presencia que cohesiona la comunidad de las Hijas de Jesús, que crea comunión. Es también compañera, ayudadora en la vida, sobre todo en los momentos difíciles en los que se experimenta más vivamente la propia pobreza.
Pero, sobre todo, María Inmaculada nos lleva a Jesús. Es nuestra intercesora junto a su Hijo para alcanzar todo tipo de bienes. Será quien nos ayude a participar en los misterios de la vida de Cristo y a abrirnos a la gracia que de ellos brota. Es Modelo, Camino para nuestra identificación con Jesús. María nos enseña a ser «verdaderas Hijas de Jesús», según la concepción espiritual de la Madre Cándida.
Ser Hijas, parecernos a Jesús, ser verdaderas… Ese es el deseo de la Madre Cándida para ella y para nosotras. Para las alumnas y los alumnos de los colegios. Para los laicos con los que se relaciona y para aquellos que se sienten atraídos por su vida. Llevarnos a Jesús, su Amor y su Pasión.
Se trata de conmemorar, cada día 8, aquel 8 de diciembre -primero de nuestra existencia-, con sentimientos de gratitud a la Inmaculada y con afanes de fidelidad a nuestro compromiso religioso: ser «verdaderas Hijas de Jesús».
¿Dónde te lleva tu devoción a María? ¿Dónde te lleva tu amor a Santa Cándida? ¿A qué te invita la Virgen en esta fiesta de La Inmaculada? Ojalá que la Familia Madre Cándida nos encontremos juntos, de su mano, a los pies de Jesús y, como verdaderos hijos, podamos decir: «Aquí estamos, envíanos».
¡FELIZ 8 DE DICIEMBRE! ¡FELIZ DÍA DE LA INMACULADA!
Si quieres saber más de la Inmaculada en nuestra tradición, puedes leer en nuestra Biblioteca de Recursos «La Inmaculada en la experiencia de las Hijas de Jesús». Es la conferencia pronunciada por Inés Laso siendo Superiora general, en la clausura del Año Jubilar por la conmemoración de los 75 años de la muerte de la M. Cándida. De ella hemos sacado estos datos.
