En Bolivia, desde el 16 de marzo dijeron que iban a ponerse estrictos para el cuidado de la salud a causa de la pandemia, dieron una semana para que la gente pudiera abastecerse de lo que necesiten para estar en casa. De las que estamos en Cochabamba, son pocas las que salían para la acción pastoral o para las diversas compras de lo que fuera necesario, así que no fue tan difícil acatar las medidas que se fueron dando.
Desde antes que se cerraran las carreteras me vine de Buen Retiro para ir al médico, pero como ya estaban estrictos los hospitales y clínica, el médico me aconsejó mejor quedarme en casa para mejor prevención y cuidado de salud, y así fue.
Es una gracia realmente el SER y SENTIRNOS HERMANAS, este tiempo de ESTAR EN CASA, como a todas hemos tomado conciencia de qué significa estar todas juntas y en casa. Los diferentes materiales que van llegando para mejor vivir este tiempo de cuarentena ha servido de mucho para tenernos paciencia, ya que nadie salía (a no ser las que salen a las compras cuando toca el día), ni el recibir visitas en casa.
Estar en casa nos ha llevado a ser creativas y buscar cómo ser mejor ayuda para las hermanas y el grupo comunitario. Hemos celebrado el don de la vida de Nieves Hernando y de Maialen (Voluntaria); algunas arreglando y cuidando del jardín de casa, otras ayudando a la que nos necesitaba, compartiendo risas con las anécdotas recordadas, chistes, también compartiendo dolores de pérdida de algún familiar, rezando juntas y desde ya teniendo la oportunidad de Celebrar la Eucaristía virtual todos los días con la Misa de Papa Francisco, uniéndonos desde la oración a tantas familias de nuestro pueblo y las familias de los diferentes lugares del mundo. Todos los días nos llegan noticias y tenemos intenciones para rezar por el hermano/a que sufre.
Y acompañamos a toda la provincia desde las noticias que llegan con la Oración.
