Queridas hermanas:
Deseo para todas nosotras y para cada una en particular, una Navidad de “puertas abiertas” y “corazón dispuesto” para hacer de nuestra casa, de nuestra comunidad, de nuestras personas… un “lugar” de acogida y de hospitalidad para quien se acerca, para quien sufre… para el desplazado y el forastero, para el de lejos y el de cerca… un lugar de comunión, de alegría y de fraternidad, un lugar donde podamos compartir lo que somos y tenemos… porque Dios continúa enviando a su Hijo a encarnarse entre nosotros.
Este deseo lo podemos hacer realidad. Todas podemos colaborar a que se haga realidad en la vida de cada día, en la sencillez de lo cotidiano. Cuando contemplamos en EE el Nacimiento de Jesús, allí, como “humilde esclavita”, observamos estas virtudes y valores: acogida, hospitalidad, alegría, ternura, pobreza, compartir… Y en la medida en que lo vivamos estamos de verdad contemplando y encarnando el Nacimiento del Hijo de Dios.
Que todas las hermanas tengamos un lugar en nuestras casas y comunidades, que todas las personas tengan lugar entre nosotras, en nuestros corazones, en nuestra tierra… en nuestra oración y en nuestra ocupación. Entonces sí que de verdad será una NAVIDAD FELIZ. Es lo que deseo para todas.
FELIZ NAVIDAD y un fuerte abrazo.
Mª Carmen Martín fi