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Formulación de Postulados CGXVIII en Colombia

septiembre 27, 2018

Las hermanas Hijas de Jesús, de Colombia comparten con nosotros su reflexión y camino hacia la formulación de Postulados para la Congregación General

 

“LLAMADAS A EXPERIMENTAR DE NUEVO QUE DIOS SACIA NUESTROS CORAZONES DE HIJAS DE JESÚS Y NOS PLENIFICA…”

“Somos llamadas a apasionarnos cada día por Cristo, por su Evangelio y por la humanidad. Hay que poner una llamada muy personal para hacer este camino espiritual con valentía, una decisión constante para vivirlo, seguirlo y también el deseo renovado de asumir generosamente las consecuencias de esta opción.

Nuestro camino nace de la experiencia vivida por Cándida Ma. de Jesús, y de la que gratuitamente participamos cada una de nosotras, por puro don.

“Él es la piedra angular de nuestra vida…” (Hech 4, 11-12); “El designio del Padre es hacer de Jesús el corazón del mundo” (Ef 1, 3-10); “¿No ardía nuestro corazón mientras hablaba en el camino y nos explicaba las escrituras?” (Lc 24, 32); “Para que en él tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 11, 25).

Tres palabras claves retomamos en la comunidad de Colombia en el retiro de este mes de septiembre: encanto, des-encanto y re-encanto. No son palabras de libro, ni de diccionario. ¡No! Son realidades y experiencias de vida que vamos teniendo por diversos factores… y en distintos momentos de nuestra existencia, como personas y como Hijas de Jesús…

 

El encanto, sin duda que lo vivimos de un modo particular en nuestros inicios del proceso de Hijas de Jesús. La ilusión nos habitaba a flor de piel… desconocíamos muchas cosas y esperábamos con gran confianza en todo… Al comenzar fases nuevas en nuestro caminar también hemos experimentando de nuevo el encanto. Tal vez con mayor realismo…  Recordemos estas gratas experiencias…

El desencanto también lo hemos palpado… En algún momento, con mayor fuerza que en otros. Hay experiencias que nos invitan a superar este desencanto… Hoy por ejemplo la disminución de fuerzas, reducción de número de personas… falta de vocaciones, crisis sacerdotal, la problemática que estamos viviendo como Iglesia institución.  Las palabras fuertes de personas laicas que nos retan a las consagradas a no dejarnos invadir por dicho desencanto.

También estamos viviendo la vida religiosa hoy y estamos por entrar por los caminos del reencantamiento. La invitación es clara y precisa a que nuestras vidas sean intensamente apasionadas por Cristo que “es el principio y fundamento de la historia humana, el punto en el que convergen los deseos de la historia y de la civilización, el centro del género humano, el gozo apasionado de todos los corazones y plenitud de todas las aspiraciones”.

 

A pesar del real desencanto que podamos tener en este momento como Vida Consagrada hay que aceptar también que está hecha para encantar y apasionar por la vida de fe y la vida evangélica; que tiene en sí una maravillosa fuerza profética, carismática, de radicalidad, de humanidad y de espiritualidad. Que se nos puede manifestar de una manera nueva en esta próxima C. Gral con el aporte de todas y de las personas laicas y la apertura que mantengamos al Espíritu de Dios.

Hemos expresado de diversas maneras en todos estos encuentros que queremos vivir nuestro ser de Hijas con fuerza renovada, fortalecer el buen ser de la Congregación potenciando la familia Carismática Cándida María de Jesús en la Iglesia hoy, vivir nuestra Filiación y Cristocentrismo de modo que Cristo habite plenamente en nuestro corazón, en nuestros labios y a nosotros mismas en el corazón de Jesús. Que lo reconozcamos en todo rostro, especialmente en el de las personas más débiles hoy… y lo sirvamos en quienes hoy más nos necesitan…

No son contenidos fríos de unos guiones y fichas de trabajo bien estructuradas lo que se nos ha ofrecido. Se nos presenta la vida consagrada, y en concreto nuestro ser de Hijas de Jesús como una forma de vida que nos encanta. Se trata de devolver este encanto; de reavivar la gracia recibida. Para ello hay acciones que hay que impulsar, iniciar o reforzar y otras, que tendremos que dejar de hacer, debilitar o suprimir…

Necesitamos una especial habilidad para dejarnos estimular, despertar, provocar, evocar, proponer y encantar… sobre todo con un camino espiritual marcado por el entusiasmo del carisma de la M. Cándida en sus dos vocaciones…

 

Comunidad de Colombia

 

 

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