Esta jornada de Congregación General en la que ha sido la votación para elegir Superiora General y ha sido reelegida nuestra hna. Graciela Francovig, la hemos vivido con profundo recogimiento, gratitud y alegría.
Hemos comenzado con la eucaristía en la capilla de la curia. La ha presidido el P. Orlando Torres, sj. En su homilía nos compartía tres deseos para cada una y para la Congregación entera: la gracia de
- tener la mirada de Jesús y transparentarla en nuestra vida
- experimentar el amor de Dios, experiencia que fundamenta nuestra fe y compartir ese amor que da vida,
- que podamos recibir el Espíritu que el Padre y el Hijo dan sin medida, el Espíritu que guía en el discernimiento y las elecciones durante toda la vida
Recibimos el envío de elegir a nuestra Superiora General para el próximo sexenio y, tras la eucaristía, hemos entrado en la sala capitular para la elección.
Comenzamos con la invocación al Espíritu y un tiempo de oración. La votación ha sido presidida por la hermana de mayor edad y mayor antigüedad en la Congregación, Mª Inez Furtado de Mendoça, anterior Superiora General.


Como ya sabemos todos, ha sido elegida Graciela Francovig como Superiora General.
“Estoy siempre dispuesta y preparada para hacer la voluntad de Dios en todo y para todo, y en bien de la Congregación daré mi vida”. [Carta 64. A H. Antonia Robles. 1 abril 1895. BAC. Tomo I]
Hace 130 años y un mes la M. Cándida escribía estas palabras tan significativas y tan “nuestras”, y hoy, Graciela las expresa nuevamente, con su vida, para toda la Congregación como Superiora General. Damos gracias por tu Sí.
Cada electora nos hemos acercado a manifestar nuestro afecto y reconocimiento con un abrazo. En este gesto significativo del abrazo estaba representada cada hermana de toda la Congregación.
Después, Mª Inez abre la puerta de la sala capitular y presenta a las hnas. presentes en la comunidad, no electoras, quién ha sido elegida Superiora General y, a su vez, la secretaria general lo comunica a toda la Congregación y al Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada.
A continuación, pasamos a la capilla y allí hemos tenido un momento de oración y expresión comunitaria de acción de gracias a Dios, encomendándole a nuestra Superiora General, Graciela Francovig, orando por ella los deseos que recibimos en la eucaristía, orando juntas el “Tomad Señor” y uniéndonos a María con el rezo del Magníficat.



Hemos disfrutado también de un momento bonito de convivencia y, alegría, con un brindis y unas pastas que hemos compartido en comunidad, haciendo presente a toda la Congregación. Cantamos “Clara estrella”, himno de la Congregación, y ha resonado de manera especial.
Para una tierra sin fronteras
son tus hijas misioneras
son las Hijas de Jesús.