En las cartas número 29 y 30 la Superiora general nos hablaba de la apertura del nuevo Juniorado Internacional en Granada. La celebración tendrá lugar mañana, 24 de septiembre a las 17 horas de España.
Ante este acontecimiento de gran importancia para toda la Congregación, hablamos con Sônia Regina Rosa FI, Consejera que atiende el área de la Formación de la Hija de Jesús en todas las etapas.
¿Qué es el Juniorado?
El Juniorado es el tiempo de formación posterior al noviciado que se inicia con la emisión de los votos temporales de castidad, pobreza y obediencia. Es una importante etapa en el itinerario de las que desean formar parte de la Congregación. Tendrá una duración de unos seis años y su principal finalidad es ayudar a las junioras a seguir conociendo y creciendo en su vocación hasta ser incorporadas definitivamente a la Congregación por la emisión de los votos perpetuos y a preparase con el estudio y la experiencia para mejor servir en misión.
Es la etapa más larga del inicio de la formación y en la Congregación la tenemos constituida en dos etapas:
- En la primera etapa, que puede durar de dos a tres años, las junioras vivirán en la casa del juniorado, acompañadas por la Maestra de junioras y una comunidad formadora, y se dedicarán a estudios teológicos y de pastoral, y a trabajos apostólicos.
- En la segunda etapa serán enviadas a una comunidad donde compartirán su vida y misión apostólica acompañadas especialmente por la superiora local, dedicándose a los demás estudios profesionales.
¿Cuál es la razón principal detrás de la apertura del Juniorado Internacional de Granada?
En la Congregación, ya hace algunos años, al discernir sobre la necesidad de una nueva ubicación de una casa de formación, en concreto para esta etapa del juniorado, siempre que sea posible, venimos priorizando dos elementos que nos parecen fundamentales para una mejor preparación para estar el servicio de la misión en el mundo de hoy: condiciones para hacer estudios teológico-pastorales y la experiencia de la internacionalidad. En este momento, Granada nos brinda esta posibilidad de que en este Juniorado Internacional podamos tener la presencia de hermanas junioras de Occidente y Oriente; un nuevo paso que nos llena de esperanza y gratitud.
¿Qué beneficios tendrá para las junioras en cuanto a su experiencia y desarrollo personal?
Creemos que seguramente los beneficios se irán cosechando en el camino, pues abrirse a una nueva etapa de formación, al desafío de insertarse en una nueva realidad, nuevos conocimientos, lenguas, culturas… también nos ayuda a crecer en la actitud de filiación y fraternidad propios de nuestro carisma y a ampliar la mirada a nuestro mundo y a tantos retos complejos que hoy tenemos de afrontar como personas consagradas al servicio de esta humanidad.
¿Por qué es importante que aprendan español, inglés y Teología?
Por la misma realidad de la Congregación que hoy se encuentra con un cuerpo cada vez más ampliado en diferentes lugares, realidades, culturas y también del mundo que sigue esperando de nosotras, mujeres en la Iglesia, una mejor preparación para estar al servicio de la misión, desde los grandes centros hasta los rincones y fronteras geográficas y existenciales.
¿Cómo contribuirá al crecimiento y fortalecimiento de la Congregación a nivel global?
Con el hecho de que podamos posibilitar esta etapa de formación a un grupo de hermanas de culturas tan diferentes y que juntas puedan encontrar caminos para superar las dificultades y estrenar nuevas formas de relaciones y de convivencia, fraternidad, tolerancia… seguramente ya estaremos logrando ese crecimiento y fortalecimiento de la Congregación a nivel global.
¿Cómo crees que está decisión afectará a la misión de la Congregación en el futuro?
Todo lo que nos ayuda a ampliar la mirada, a ensanchar el corazón, crecer en conocimiento y fundamentación teológica y pastoral, caminar con otros, compartir sueños, forjar esperanza, ciertamente hará la diferencia en la misión de cuerpo congregacional en el futuro.
¿Cuál es el impacto esperado en la misión y labor de las Hijas de Jesús tras la formación de las jóvenes en el Juniorado Internacional de Granada?
Confiamos que una experiencia de formación en nivel internacional nos ayude a un mejor servicio para la misión, nos haga siempre más disponible para ir donde la Congregación y la Iglesia nos necesiten, abiertas y sensibles a los demás, más apasionadas por Jesús y dispuestas a dar la vida por el Reino.
