“¡Esta no es solo una celebración de las Superioras Generales, sino una fiesta de la Vida consagrada!” ha dicho el Cardenal João Braz de Aviz, Prefecto del Dicasterio para la Vida Consagrada durante la celebración del 50 aniversario de la UISG celebrada el sábado 12 de diciembre en Roma. Desde el ambón se podían ver bien las 400 religiosas, y más, que llenaban la Iglesia de la Traspontina.
El inicio de la celebración del Jubileo de la UISG ha sido un momento de encuentro, de celebración, de alegría y de emoción: una jornada de puertas abiertas en nuestra casa, porque todas han sentido que la UISG es la casa de todas las religiosas; un tiempo participativo de envío en misión de las diez religiosas del Proyecto Inmigrantes (mientras escribimos estas líneas, ya se encuentran en tierra siciliana); un espacio de gratitud mutua por el trabajo realizado en estos 50 años por tantas religiosas que han creído en la Unión. Hemos querido tenerlas presentes a todas, incluso a las que ya no están entre nosotros, escribiendo el nombre de todas las presidentes y secretarias de la UISG desde su fundación hasta nuestros días: ¡15 gracias a las presidentes y 12 gracias a las secretarias!
La Hna. Carmen Sammut, Presidente de la UISG, en sus palabras de introducción nos invita a observar la imagen de la Visitación impresa en el folleto de la Misa: “»Podemos imaginar la conversación de estas dos mujeres, compartir sus esperanzas, miedos, fortalezas, debilidades, fe y amor. Podemos imaginar su oración juntas, podemos imaginar cuanto se han apoyado y fortalecido para hacer la voluntad de Dios. Nuestra Unión quiere ser un espacio de apoyo recíproco para todas las que desempeñan un papel en el gobierno. También nosotras en nuestras reuniones hablamos del Señor que nos envía al mundo para llevar la buena noticia. También hablamos de nuestra realidad, de nuestro miedo frente a la novedad… también nosotras sabemos que somos más eficaces y valientes juntas».
El encuentro del sábado es una buena imagen de lo que la UISG quiere continuar siendo: un espacio intercongregacional y global de Mujeres Religiosas para la confrontación y la formación, donde las diferencias de carisma, de culturas, de lenguas, de historias son estímulos para ir más allá de lo que ya sabemos, con humildad y acogida.