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Jesús sigue llamando a los jóvenes
a vivir una vida con sentido

Por eso les acompañamos, por eso caminamos con ellos, buscando juntos el camino

 

Joven, sí, ¡tú! Aquí puedes encontrar un modo de ser cristiano/a, una identidad, un grupo de jóvenes de todo el mundo en el que compartir tus deseos, tus inquietudes, tus búsquedas… tu vida.

¿Qué significa? Buscar la Vida y desear tener a Jesús en el centro, parecernos a Él en todo lo que hacemos, hablamos, sentimos, compartimos, vivimos… significa relación, con jóvenes de todo el mundo, con la M. Cándida y su carisma…

Movidos por el Espíritu

Podemos pensar que nuestra historia inicia con la llamada a la que nos mueve el Espíritu  en la Congregación general XVIII. Podemos pensar que comienza como un paso más que damos tras el proceso de reflexión, discernimiento y participación que se empezó en octubre de 2020. Podemos pensar que nuestra historia fue germinando en los dos encuentros de reflexión y discernimiento con este “gran grupo” y en el Encuentro Internacional de Jóvenes del 150 aniversario. Podemos pensar que la Superiora General ha nombrado este equipo Lo podemos pensar porque es así, es la historia de nuestro nacimiento. Y Dios cuenta con las mediaciones de la vida que tan en cuenta procuramos tener en nuestros discernimientos, atendiendo a las circunstancias de tiempos, lugares, personas.

 

Junto a esa historia reconocemos, además, en esa “vertiente interior” que sabe menos de fechas y cantidades que, ciertamente, nuestro origen, nacimiento e impulso, es Jesús “que sigue llamando a los jóvenes a vivir la vida con sentido” y el propio carisma de la Madre Cándida, que, siendo joven, entiende su misión desde la evangelización a niños y jóvenes hasta desear “Ir al fin del mundo en busca de almas para Dios”.

 

Este primer inicio es el inicio de esta historia. Nuestros esfuerzos y sueños están animados por Santa Cándida María de Jesús, joven que pensó, creyó, soñó y nos dejó como legado en un carisma vivo y encarnado en el hoy, el acompañar a los jóvenes para que se encuentren con Jesucristo y en Él encuentren el sentido a sus vidas.

El equipo

Celina, FI

Si Jesús sigue llamando a los jóvenes, a mí me toca buscar, conocer, acompañar, proponer, hacer proceso juntos, invertir mi tiempo… Me dice que si Jesús llama ¿cómo llama si no vamos? Si los llama a vivir con sentido es porque no lo están viviendo así. A mí me toca formarme, dedicar tiempo a la preparación académica y espiritual-personal. Esta llamada implica primero que yo viva con sentido mi vida si no: ¿qué voy a anunciar?

Janaina, FI

Me gustaría señalar la frase: vivir la vida con sentido. Especialmente la palabra «sentido», porque siento que es una búsqueda no solo para la juventud, sino para todas las personas. Hoy en día hay muchas personas que se sienten perdidas, sin horizonte y que toman o han intentado quitarse la vida por falta de sentido.

Veo que nuestra presencia con los jóvenes, en todo lo que hacemos, se esfuerza por estar y estar con ellos para que descubran, a través de su encuentro con Dios, en la oración personal, el encuentro entre sí y con los demás, que la vida vale la pena vivirla, que no están solos en el camino. Para que puedan descubrir ser y estar en el mundo con significado. Para ello es necesario estar con los jóvenes, escuchar sus narrativas de vida con empatía, escuchar sus angustias, miedos, frustraciones y alegrías también.

Lo hermoso es que es una misión asumida por toda la familia madre Cándida: hermanas, laicos. Y no es hacer cosas por los jóvenes, sino con los jóvenes.

Teresita Tsai, FI

En mi experiencia con los jóvenes, estoy segura de esta frase: Jesús es muy activo y sigue llamando.

Tenemos que entender a esta generación de jóvenes, sus deseos, sus necesidades, cómo se preocupan por el mundo, cómo dan sentido a los acontecimientos, y cómo podemos analizar todo esto con ellos y descubrir los «valores de la fe» en el mundo y descubrir una forma de vivir con sentido.

María del Carmen, FI

Yo creo, de verdad, que Jesús sigue llamando a los jóvenes, los llama a que encuentren sentido a su vida y desarrollen su vocación. Y creo también, en particular, que Jesús sigue llamando a jóvenes a ser Hijas de Jesús, y cuenta con nosotras como mediaciones para llevar a cabo su obra. Y nosotras tenemos que hacer lo posible por cumplir su voluntad.

Necesitamos creer en ello todas, ayudarnos a ello, tenerlo como prioridad, y dedicar, por tanto, personas, tiempos, recursos, formación específica, sensibilización, presencias…

Ir a donde están los jóvenes, hacernos hueco en esos lugares, abrir nosotras otros, liberados de esquemas antiguos, hacer a los jóvenes protagonistas, estar, estar, estar, acompañar, acompañar, acompañar…

Crystal, FI

Jesús llama a los jóvenes a la plenitud de la vida y nosotros somos parte de ella. Tenemos que proporcionar medios donde puedan ser conducidos a la plenitud de la vida y el sentido.

Nos llama a acompañarlos y parte es escuchar. Nos llama a conducir a los jóvenes a la plenitud de la vida. No es solo tener actividades sino algo que formaría sus corazones y sus mentes. La consecuencia es que exige compromiso porque es un proceso largo y no una respuesta de una sola vez.

Naike, FI

Creo profundamente que Dios sigue llamando a los jóvenes a una vida plena, vivida con sentido desde Jesús y con Jesús. Por tanto, si creemos esto tenemos la responsabilidad de propiciar espacios, encuentros, experiencias donde el joven pueda hacer silencio, pararse, encontrarse con Dios, ir preguntándose qué quiere el Señor que yo haga. A nivel personal significa vivir mi vocación como FI con alegría y hondura. A nivel comunitario es un reto y una responsabilidad.

Teresa Li,FI

Para mí es una realidad: “Jesús sigue llamando a los jóvenes a vivir la vida con sentido”. Sobre “Jesús sigue llamando a los jóvenes “, este hecho me da confianza, paciencia y pasión por la pastoral juvenil vocacional. Por eso los jóvenes son prioridad en nuestra acción apostólica. Por otra parte, toda la frase, “Jesús sigue llamando a vivir la vida con sentido” es mi guía para el trabajo con jóvenes. Quiero decir para ayudar a los jóvenes a crecer en el conocimiento y seguimiento de Jesús, descubriendo su propia vocación y siendo cada vez más un hijo feliz de Dios. Así que somos simplemente un puente entre Jesús y los jóvenes, una compañera humilde y paciente.