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Mirar con agradecimiento al 2022 con el Papa Francisco

diciembre 28, 2022

Una vez más, te invitamos a mirar con agradecimiento al año que termina y a descubrir cómo Dios te ha ido saliendo al encuentro. Esta vez nos servimos de la felicitación de Navidad del Papa Francisco a la curia romana que, en su mayor parte, podría estar dirigida a cualquiera de nosotros. Déjate sorprender e iluminar.

Recogemos un breve resumen de sus siete puntos y el texto completo. Merece la pena leerlo entero.

1. Jesús, al hacerse uno de nosotros, elige la pobreza, que no es simplemente ausencia de bienes, sino esencialidad. Cada uno de nosotros está llamado a volver a la esencialidad de la propia vida, para deshacerse de lo que es superfluo y que puede volverse un impedimento en el camino de santidad.

Si miras al 2022, ¿qué descubres como esencia de tu vida? Párate, siéntelo, agradécelo y pídele a Jesús hecho Niño que te ayude a vivir desde ella.

2. Sólo cuando somos conscientes del bien que el Señor ha hecho por nosotros somos también capaces de dar un nombre al mal que hemos vivido o sufrido. La actitud interior a la que habríamos de dar más importancia es la gratitud.

Pide al Señor que te muestre tanto bien como ha hecho por ti a lo largo del año. Empieza por esas pequeñas cosas que sólo cobran importancia cuando las perdemos: la propia vida, la salud…

3. Lo peor que nos podría pasar es pensar que ya no necesitamos conversión. La herejía verdadera no consiste sólo en predicar otro Evangelio sino también en dejar de traducirlo a los lenguajes y modos actuales.

¿Cómo he respondido a tanto bien recibido? ¿Me siento en camino de conversión, necesitada de ella, o creo que ya estoy en el lado de los buenos?

4. Nuestro primer gran problema es confiar demasiado en nosotros mismos, en nuestras estrategias, en nuestros programas. Entonces algunos fracasos son una gracia, porque nos recuerdan que no tenemos que confiar en nosotros mismos, sino sólo en el Señor. Pero, cuidado, el mal evoluciona y se enmascara, viene como “demonio educado”.

¿En qué situaciones he confiado en mí misma más que en Dios? ¿Cuáles han sido mis fracasos? ¿Cómo se ha hecho Dios presente en ellos?

5. El primer modo de pecar es irse, perderse, hacer cosas evidentemente equivocadas; pero uno se puede perder incluso en casa, como en el caso de la moneda perdida; y se puede vivir infeliz aun permaneciendo formalmente en el sitio del propio deber, como le sucede al hijo mayor del padre misericordioso. Nosotros corremos mayor peligro que todos los demás, porque nos asecha el «demonio educado», que no llega haciendo ruido sino trayendo flores.

¿Qué “demonios educados” descubro que han ocupado mi casa este año? 

6. Allí donde reina la muerte, la división, el conflicto, el dolor inocente, nosotros no podemos más que reconocer a Jesús crucificado. Y en este momento quisiera que nuestro pensamiento se dirigiera precisamente a los que sufren.

Traigo a mi oración a las personas que conozco que están pasándolo mal. Unas son más cercanas y conocidas, otras más lejanas y anónimas. ¿Reconozco en ellas a Jesús? ¿Le reconozco en mis propios sufrimientos?

7. La cultura de la paz comienza en el corazón de cada uno de nosotros. Mientras sufrimos por los estragos que causan las guerras y la violencia, podemos y debemos dar nuestra contribución en favor de la paz tratando de extirpar de nuestro corazón toda raíz de odio y resentimiento respecto a los hermanos y las hermanas que viven junto a nosotros.

Por último, pongo mis resentimientos ante el Señor para que Él los acoja, los perdone y los ilumine con su luz.   

Dios se hizo niño, y este niño, al hacerse grande, se dejó clavar en la cruz. No hay algo más débil que un hombre crucificado y, sin embargo, en esa debilidad se manifestó la omnipotencia de Dios. En el perdón obra siempre la omnipotencia de Dios. Que la gratitud, la conversión y la paz sean entonces los dones de esta Navidad.

Mira al nuevo año y descubre qué dones te regala Dios esta Navidad y a qué te está invitando con ellos para el 2023.

¡Les deseo a todos una feliz Navidad! Y una vez más les pido que no se olviden de rezar por mí. ¡Gracias!

Extracto del discurso del Papa Francisco a la Curia romana con motivo de las felicitaciones navideñas 2022

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