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¿Nuevo año? – Sínodo enero

enero 12, 2023

¿NUEVO AÑO?

En camino sinodal desde Roma

Abrimos la página del nuevo año 2023. Está en blanco. Comenzamos una etapa de la historia que está por escribir. Pero ¿dónde está la novedad? Pasamos página y escribimos cada día de los 365 días del calendario que llega a nuestras manos, de ese año que estamos estrenando.

Y quizá pensamos que no hay nada nuevo porque cada día hacemos las mismas cosas o muy parecidas y hablamos de la rutina que se define como costumbre o hábito adquirido de hacer las cosas por mera práctica y de modo más o menos automático.

No caemos en la cuenta de que siendo eso verdad, también se esconde algo más profundo. Tenemos los mismos horarios, sobre todo de lunes a viernes, hacemos las cosas repetidamente un día y otro, pero nuestra persona tiene sentimientos, sensaciones, encuentros, mensajes… que hacen de cada día un tiempo especial, distinto. Es la novedad extraordinaria de la rutina diaria, pudiéramos decir.

Y si dentro de esa rutina miramos el mundo y nos dejamos impactar por lo que sucede, cada día es de una novedad irrepetible. No podemos acostumbrarnos a lo que vemos cotidianamente: el dolor, la guerra la violencia, la muerte, no debe dejar de afectarnos, es una novedad inquietante, entra en nuestra rutina diaria y la colorea de un modo especial.

Y si hablamos de la iglesia también nos dejamos afectar, experimentamos sensaciones dolorosas, sentimos que nos duele porque somos parte.

Reconocemos nuestros pecados, pedimos perdón porque no puede haber sinodalidad sin reconciliación ya que afecta directamente a la comunión. Recogemos las palabras del Papa en el Ángelus del 26 de diciembre de 2022:

               “El ‘per-dón’ es en realidad, como la propia palabra lo indica, un don más grande, un don que damos a los demás porque somos de Jesús, somos perdonados por Él. Pensemos en nuestra capacidad de perdonar, en estos días en los que nos podemos encontrar, entre otras muchas, algunas personas con las que no nos hemos llevado bien, que nos han herido, con las que nunca hemos arreglado nuestra relación. Pidamos a Jesús recién nacido una novedad, es decir, la novedad de un corazón capaz de perdonar: todos tenemos la necesidad de un corazón que perdona”.

 

Esta etapa Continental del Sínodo nos está invitando a la novedad ya vivida pero que necesita ser mantenida: escucha, discernimiento, encuentro, integración de todas las personas sin dejar a nadie fuera. 

Ensancha el espacio de tu tienda” (Is 54,2), es el texto bíblico que recoge la aportación diocesana para trabajar en la etapa siguiente, lo que supone pasar de la iglesia local a la continental.

Ampliemos la mirada de nuestro corazón y la acogida con los brazos abiertos al futuro que se abre comenzando el año 2023, porque el Espíritu tiene mucho que decirnos.  Escuchemos atentamente.

 

María Luisa Berzosa FI – Roma.

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