Hoy 2 de febrero estamos celebrando junto a toda la Iglesia la XXV Jornada Mundial de la Vida Consagrada y, litúrgicamente, es la fiesta de la Presentación de Jesús en el Templo.
“La vida consagrada es parábola de fraternidad en un mundo herido”, es vida y esperanza para el mundo, es presencia sencilla, es fermento. Hoy hacemos memoria y valoramos los testimonios de hermanos y hermanas religiosos que concretamente en situaciones de frontera y marginación expresan su consagración desde un amor concreto, pleno y total por las personas que más sufren, buscando en su entrega el consuelo y alivio de muchos.
Aunque seamos pocas, aunque nuestro aporte sea pequeño, seguimos de pie y en camino para sanar heridas, sembrar alegría, creando espacios de encuentro. Desde la educación, los ejercicios espirituales, el acompañamiento, la pastoral de migrantes, con jóvenes, con universitarios, con mujeres, siendo como mujeres voz en reflexiones teológicas y procesos de iglesia. Frente a la pandemia pedimos la gracia de estar disponibles y abiertas. La pandemia no mata nuestro sueño, lo vuelve urgente. La virtualidad nos abre las puertas, nos invita a transitar caminos poco utilizados, y nos esforzamos porque nos urge estar cerca.
Hoy renovamos nuestro sí a todo aquello que Jesús amo y eligió, abrazando a todos. especialmente a los que nadie ama. Ese es el sello de la vivencia del amor cristiano.
¿Qué le dice hoy a nuestra vida de consagrada la parábola del buen samaritano? Este es el texto que nos ilumina en este año y que tiene sus raíces en el deseo de la fraternidad universal expresado por el Papa Francisco en la Fratelli Tutti. Las Hijas de Jesús estamos llamadas por el Espíritu, desde la última Congregación General, a “Seguir de cerca a Jesucristo que eligió para sí la pobreza”. Desde el número [4] de las Determinaciones se nos invita a recordar que: “la vida consagrada está llamada a ser bálsamo, aliento, presencia amable, impulso de esperanza, consuelo en el camino, estímulo, pregunta sugerente, experta en comunión, vida que transparenta a Jesús de Nazareth”. ¿Cómo lo estamos viviendo? Dediquemos un momento a narrar nuestra vivencia, a dejar que el Señor nos mire y siga convirtiendo nuestro corazón de mujeres consagradas.
Testimonio de una Novicia
En mi primer año de noviciado, y experimentando este camino de vida consagrada, me ha acompañado un concepto que alguien me compartió: “la Vida Consagrada es una alianza que poco a poco se va convirtiendo en un estado místico en el que todo habla y apunta hacia el misterio insondable de Dios que es Cristo.”
(De izquierda a derecha: Santa Maribel Adón Santos-novicia 1er año, Celina García-juniora- Diomaris Tolentino Soto y Adriana Sepúlveda- novicias 1er año)
Y desde entonces he venido experimentando esa alianza que se da en lo ordinario de cada día, en la vida, en los pequeños gestos y compromisos. Esto me ánima y ayuda a caer en cuenta de que mi alianza, mi ser consagrada no es con una cosa, no es profesar votos -aunque eso también hace parte- sino que es un compromiso de amor con Dios que me sigue consagrando, que sigue creando en mí vínculos fraternos de amor y comunión que me lleva cada día a dar una respuesta. Este segundo año que en pocos días inicia, quiero vivirlo como lo expone Vita Consecrata en el No. 3 “…como un don precioso y necesario también para el presente y futuro del Pueblo de Dios, porque pertenece íntimamente a su vida, su santidad y a su misión…”.
Santa Maribel Adón Santos
Novicia FI de primer año
(De izquierda a derecha, Mary Mae Santorce en el día de la profesión de sus primeros votos, Madelyn, Isairis, Rosabelkis, Gabriela, y la renovación de votos temporales de la juniora Crystal Bermejo)
Aquí les hemos compartido algunas fotos de las hermanas en la formación inicial que realizan en Republica Dominicana, Filipinas y Argentina. Invitamos al Cuerpo congregacional y toda la Familia Madre Cándida a unirnos en oración muy especialmente agradeciendo al Padre por las formandas presentes en las diferentes casas de formación y lugares de misión en que estamos presentes.
(De izquierda a derecha, Isairis en su entrada al Postulantado y la renovación de votos temporales de la juniora Celina García)