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Renovamos nuestro sí por el cuidado de toda vida

marzo 7, 2021

El Día Internacional de la Mujer conmemora la lucha de la mujer por su participación dentro de la sociedad. Lo que comenzó como una lucha obrera femenina, ha ido ampliando sus causas a lo largo de la historia.

Este año, bajo el tema “Mujeres líderes: Por un futuro igualitario en el mundo de la Covid-19”, la ONU propone «celebrar los enormes esfuerzos que realizan mujeres y niñas en todo el mundo para forjar un futuro más igualitario y recuperarse de la pandemia de la COVID-19″.

Este 8 de marzo, celebrado en el contexto de la preparación a los 150 años del nacimiento de la Congregación, nos invita a mirar a la M. Cándida. ¿Influirían en ella los movimientos feministas que se dieron en América y Europa a finales del s. XIX y principios del XX reclamando igualdad en las condiciones laborales o en la participación en la vida social? Puede que no, o sí, pero sí se dio cuenta de la necesidad de formación que tenía la mujer en la España del XIX. Se dio cuenta y, movida por el Señor, consagró a él su vida en el mundo de la educación.

Juana Josefa (Santa Cándida María de Jesús) desde su juventud fue sensible a la promoción de las niñas y las mujeres. ¿Nos sentimos también nosotras, las Hijas de Jesús junto al resto de la Familia Madre Cándida, urgidas por las situaciones de las mujeres en el mundo de hoy? ¿Cómo abordamos el tema en nuestra formación, qué líderes formamos en nuestras escuelas y en nuestros ámbitos de educación no reglada? ¿Qué liderazgo ejercemos en nuestros puestos de responsabilidad? ¿Trabajamos por un mundo más igualitario desde la inclusión y el reconocimiento de la valía de cada persona?

En este nuevo 8 de marzo llevamos a nuestra oración y renovamos, con agradecimiento y responsabilidad, el compromiso por la pastoral de la mujer que desarrollamos en las distintas presencias donde estamos. Deseamos salir a prisa y sin demora para contribuir a la creación de estructuras que puedan revertir las actuales circunstancias de dolor de la mujer y de toda vida humana.

En camino a los #150FI pedimos la gracia de volver a nuestro origen para fortalecer nuestro ser de mujeres consagradas enviadas a cuidar la vida allí donde se desarrolla la nuestra. No vamos solas, el sentido y la fuerza nos vienen de Dios “para forjar un futuro más igualitario y recuperarnos de la pandemia de la COVID-19”.

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