El pasado 27 de junio, Teresa de Jesús Ribot de Armendia, cumplía 100 bendecidos años y así lo contaba su comunidad de Cochabamba, Bolivia, en la NotiAndina 214.
El 27 de junio, nosotras, su comunidad y su familia, celebramos con gozo y agradecimiento el 100 cumpleaños de Teresa Ribot. Y lo hemos hecho con la cercanía de muchas personas, Hijas de Jesús, familiares y amigos que, desde Bolivia y desde otros muchos lugares, han querido hacerse presentes en este día de acción de gracias.
Ya comenzamos esta celebración a finales de mayo, en la Asamblea de Región, aprovechando que estábamos reunidas todas las hermanas de Bolivia le hicimos un sentido homenaje a Tere, fue nuestra felicitación por los 100 años que en un mes iba a cumplir. En este homenaje se fueron recordando distintos rasgos que las hermanas destacaban en ella: su alegría, constancia, entusiasmo,trabajo, valentía, su espíritu misionero… entre otros. Todas las hermanas le expresamos nuestro cariño y agradecimiento por su vida, en especial por los 57 entregados en Bolivia.
El día 27 comenzamos cantándole las mañanitas y, así, todo el día lleno de emociones, expresiones de cariño, llamadas y felicitaciones. Además de la comunidad y algunas hermanas de Bolivia la acompañaron su sobrino Fernando Ribot, en representación de su familia, y unas familias de Santa Cruz, de las CEbs (Comunidades eclesiales de base) a las que le une verdaderos lazos de amistad.
La Eucaristía de acción de gracias, presidida por el P. Jorge Carvajal, salesiano y con la presencia de dos jesuitas amigos de las Hijas de Jesús y en especial de Tere, el P. Ramón Alaix y el P. Ignacio Suñol. Una celebración sencilla, entrañable de verdadera acción de gracias al Dios de la vida que ha estado presente y está presente en la vida de Tere y junto a Él ha hecho posible su sueño, unido al de la Madre Cándida, de “ir al fin del mundo” a llevar la alegría del evangelio.
Hermanas, su familia y amigos, gracias a la tecnología, se pudieron unir a la Eucaristía y expresarle su felicitación. A todos nos animaron y emocionaron palabras de Tere al terminar la Eucaristía:
“Me siento otra, impresionada emocionada. La misa me ha llegado al corazón, me siento otra de 100 años… Feliz, muy feliz, rodeada de toda esta gente, tan amorosa toda. Pido por ustedes para que puedan también seguir viviendo sólo para Jesús, solo por y para Él, todo lo demás no vale nada, vivir realmente enamoradas de Jesús, ese es el secreto, vivir enamorada de Jesús”.
