En nuestro camino cuaresmal, nos encontramos con ese abrazo misericordioso que nos devuelve la confianza de sabernos hijas amadas. Seguimos en oración por la Congregación General XIX, confiando en el Espíritu que nos guía. En esta ocasión oramos con el cuarto párrafo:
Que María sea Estrella de nuestros caminos como lo fue para Santa Cándida María de Jesús.
Nos ilumina la Palabra
En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: «Ese acoge a los pecadores y come con ellos». Jesús les dijo esta parábola:[…] El padre le dijo: «Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero era preciso celebrar un banquete y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado»»
Lc 15, 1-3.11-32
Nos invita Santa Cándida
“Continúa con tu devoción a la Santísima Virgen, acude siempre a Ella, y en su poderosa y maternal protección encontrarás el remedio para todas tus necesidades, que, como Madre cariñosa, no te abandonará, y presentará tus súplicas a Jesús para que las despache favorablemente, según sea su santísima voluntad, a la que debemos procurar someternos en todo”
Carta 419 a la Srta. Natalia Bandrés. 3 junio, 1911.
Nos ayuda para vivir
¿Acudes a María para que te acerque a Jesús?
¿Quién es para ti María?
¿Cómo te relacionas con Ella?