El Adviento es un tiempo de preparación, de espera activa, de disponernos, de preparamos para profundizar, cada año un poco más, en el misterio de la Encarnación.
Este año tenemos la oportunidad de prepararnos con cinco módulos de formación en Liderazgo en la vida consagrada que han llevado a cabo, conjuntamente, las uniones de superiores generales, UISG y USG. La formación para el Liderazgo ha evolucionado mucho en el mundo, afirma Emili Turú, pero no tanto en el contexto de la vida religiosa, aunque hay un gran deseo de formación y colaboración. Servir a la comunidad (social o cristiana) supone una profunda abnegación, “un disponerse” constantemente, un dejarse trabajar que es oportunidad de ganar en humanidad. Entonces, ganamos todos.
Podemos preguntarnos qué tiene que ver con nuestra vida un tema así si no tenemos el rol de superioras, de directores, etc. Sin embargo, en mayor o menor medida, en un momento u otro, en los más diversos ámbitos, todos ejercemos un papel que tiene que ver con el liderazgo y nadie dudará de que, por lo menos, nos las vemos con el tener que conducirnos a nosotros mismos y tener que abordar múltiples decisiones.
Cada semana publicaremos unas notas que ayuden a seguir el módulo y el vídeo de la UISG-USG que podéis encontrar también en su página de YouTube.
“Algo nuevo está naciendo, ¿no lo notáis?” (Is 43,19). Somos de las que queremos escuchar lo nuevo que está llegando y, desde la reflexión y la acción, ayudar a su nacimiento en nuestros contextos más cercanos. ¡Feliz Adviento!
CURSO LIDERAZGO / MÓDULO 1: CONCEPTOS FUNDAMENTALES RELATIVOS AL LIDERAZGO
Hablamos de un mundo en gestación Rom 8, 22-39. El liderazgo como un trabajo de comadrona que asiste a esta mujer con dolores de parto.
Algunos conceptos fundamentales: enfoque sistémico, sistema vivo y abierto, rol, contexto, frontera, propósito de un sistema, autoridad – poder, rendir cuenta.
Una historia de sombreros: Los sombreros de sor Creativa. Y tú, ¿cuántos sombreros llevas? ¿Cuántas funciones tienes? Cada uno de estos sombreros pertenece a un sistema humano diferente con fronteras porosas, abierto. Todo esto ocurre en un contexto determinado, en un momento determinado de la historia. El liderazgo está visto desde esta perspectiva amplia y sistémica.
Necesito tener claro en qué sistema estoy actuando, cuál es su propósito, cuáles son sus fronteras y, desde ahí, discernir mi rol.
Hemos pasado de entender las organizaciones y en la vida como algo lineal, que va de A a B en línea recta, a comprenderlas como un sistema de sistemas. El enfoque SISTÉMICO nos sirve para tener una imagen de conjunto y lograr una percepción coherente de situaciones complejas, que vivimos, para ir más allá de la persona y de la personalidad. No podemos pensar solamente en función de las personas. Vemos a las personas en su contexto. La mirada sistémica nos ayuda a ver:
– El contexto de la situación.
– El sistema grande, los sistemas más pequeños que lo forman y las interacciones entre todos ellos.
– Las personas y los grupos implicados.
– Los procesos inconscientes.
– El “elefante en la sala”.
– El significado espiritual.
– Yo misma, en mi rol, como parte de ese sistema.
Cuestiones de autoridad y poder (todo lo que es el ámbito de la política, economía, historia, género, cultura…).
Preguntas políticamente incorrectas:
? – ¿En qué podría tener razón esta persona/grupo que me incomoda?
? – ¿Qué se está intentando preservar o evitar con este comportamiento que me incomoda?
? – ¿Y Dios? ¿Cómo se revela a mí/nosotras en todo esto?
? – ¿Qué realidades del contexto exterior están reflejadas en esta situación, en una situación congregacional que estemos viviendo?
? – ¿Por qué necesitamos que esto suceda precisamente ahora? ¿Para qué nos podría servir?
? – ¿Qué realidades del sistema más grande están reflejadas en esta situación?
Cuatro esferas de la experiencia: Persona, Contexto, Sistema, Experiencia del Dios vivo.
La experiencia es el recurso más importante, indispensable, para nuestro crecimiento como líderes (y como personas). Pero no es suficiente la experiencia sin más. Necesitamos una disciplina, un enfoque o unas herramientas, para explorarla y que se convierta en fuente de crecimiento y de aprendizaje. La experiencia sin lectura no nos sirve para crecer. Nuestra experiencia es un todo integrado, ese todo se puede ver a través de diferentes lentes: persona, contexto, sistema, experiencia del Dios vivo. La experiencia hay que profundizarla desde los cuatro ámbitos.
Hay un cambio de perspectiva: de la visión newtoniana del mundo -las organizaciones como grandes máquinas cuyas piezas se pueden reponer- a una visión cuántica, a un paradigma holístico.
¿QUIÉN ES UN LÍDER? No es un héroe sino, más bien, un anfitrión, es el que acoge, porque el liderazgo es convocador. El líder actual es alguien que convoca a la diversidad, que reúne todos los puntos de vista en procesos creativos donde nuestra mutua inteligencia pueda surgir. Porque la pregunta importante es: ¿Qué somos capaces de crear nosotros colectivamente? ¿No será el Señor quien en este adviento nos está esperando para que creemos algo juntos?