Finalizamos hoy nuestra peregrinación con Jóvenes FI. Conocimos la experiencia de América Andina y de República Dominicana. Luego atravesamos el mar y compartimos la vivencia de los jóvenes FI de España. Desde allí fuimos hasta Filipinas, donde los jóvenes de la Provincia Índico-Pacífico nos mostraron cómo la esperanza se hace vida en gestos sencillos y profundos.
Hoy nos encontramos con los jóvenes FI de Asia Oriental, que también han vivido con entusiasmo y fe este tiempo de preparación.
Dale play y déjate contagiar por la alegría y esperanza de los jóvenes.
En estos días en que celebramos a Santiago Apóstol, patrono de los peregrinos, reconocemos el sentido profundo de cada una de estas experiencias vividas en las provincias: han sido verdaderas peregrinaciones, no solo físicas, sino también espirituales. Caminos que han ayudado a descubrir a Jesús, a fortalecer la fe, a vivir el carisma de la Madre Cándida y a abrir el corazón al otro.
Como Santiago, que caminó para anunciar la Buena Noticia, también nuestros jóvenes han salido al encuentro, y ese caminar ahora los conduce a un nuevo hito: el encuentro en Roma con la Iglesia universal. Una peregrinación que no termina, sino que se amplía, crece y se profundiza.
Sigamos acompañando a las y los jóvenes, compartiendo sus alegrías, sus sueños y también sus desafíos. Ellos son rostro de esperanza para nuestra Iglesia y nuestra familia carismática.