Cuando se pone corazón, la vida se convierte en Vida. Lo difícil es poner en palabra lo que el Señor escribe en los corazones de cada una de manera honda. Así vivía el grupo de la Última Probación el final de Ejercicios y la acogida a las cinco hermanas que se han incorporado: Magda, Mary, Florie, Claribel y Silvia. Un regalo para todas encontrarnos y compartir la experiencia de Dios en estas semanas que han sido muy ricas y variadas.
1. Nuestra luz
Las nueve hermanas tuvimos la oportunidad de conocernos más y de cohesionarnos como grupo gracias a la dinámica de Nuria Cerrillo y Mari Mar Etxebeste, dos profesionales expertas en equipos. Durante tres días, con hondura y seriedad, compartimos luces y sombras de cada una y pudimos experimentar cómo somos grupo diverso, como diversa es la Congregación de las Hijas de Jesús. Todo un reto que afrontamos con energía y con el compromiso de ayudarnos unas a otras.
2. La Paz
Vivir la Pasión y Resurrección en Roma tuvo un sabor muy especial a universalidad. Quizá es la palabra más característica de este tiempo, que cuando suena en la Ciudad Eterna se hace más real todavía. Destacamos el Via Crucis en el Coliseo, al que este año Francisco tuvo que renunciar ante el frío de esos días y la delicada salud de nuestro Papa. Un grito unánime por la paz, una oración que se vuelve experiencia indescriptible al vivirla desde dentro y desde allí, con tantas personas diferentes y con devoción.
Y además, el Domingo de resurrección tuvimos la oportunidad de participar, con algunas hermanas de la Curia, en la Eucaristía presidida por el Pontífice en la Plaza de San Pedro, aunque oficiada por el cardenal Re. La bendición Urbi et Orbi de este año fue un grito al diálogo entre israelíes y palestinos, de modo que “la paz reine en la Ciudad Santa y en toda la región». Además de otras guerras, Francisco rogó por la paz en Ucrania y el fin «de todos los conflictos que tiñen de sangre el mundo».
3. La Mesa de Resurrección
Tras la Misa, la Mesa compartida, la Mesa que se hace Vida con el Pan que se comparte. Un Mesa para todas las hermanas de Roma y de la Última Probación. Una Mesa de Resurrección que alienta para seguir entregándonos.
4. ¿Cuáles son las mayores necesidades hoy?
Del 10 al 13 de abril profundizamos en el voto de pobreza de la mano del jesuita Patxi Álvarez de los Mozos. Desde la pobreza en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, fuimos adentrándonos en Jesús pobre y humilde, en lo que dicen nuestros documentos y en las mayores necesidades de nuestro mundo. Somos llamadas a vivir una pobreza profética y transformadora: hay dinámicas globales que viven todos los países del mundo y que traen como consecuencias desigualdades fuertes… ¿Cuál ha
sido la llamada más repetida? El preguntarnos si estamos allí donde están hoy las necesidades del mundo.
5. La sinodalidad
Con María Luisa Berzosa FI y Cristina Inogés nos adentramos en el Sínodo que la Iglesia está viviendo en estos momentos. Un nuevo estilo de vivirnos, de sentirnos, de tratarnos, de organizarnos… Sabemos que es una actitud. Desde su ser de mujeres que participan en diferentes comisiones del Sínodo, indicaron que este proceso tendrá consecuencias en la evangelización: con la necesidad de conocer la visión del mundo que se alimenta de la experiencia femenina, con la necesidad de hablar de la vida y la muerte escuchando a las mujeres que protagonizan el primer y el último acto; con la necesidad de profundizar en las relaciones sociales dedicando tiempo al encuentro con los otros; con la necesidad de hablar del cuerpo y la sexualidad tendiendo presente también al cuerpo femenino; con la necesidad de hablar de pecado también desde la mujer. El Sínodo se ha convocado para dar voz a quienes están en los márgenes… y las mujeres estamos ahí.
6. Nuestro proyecto de vida: Las Constituciones
Hablar de las Constituciones es adentrarnos en lo más preciado nuestro, en nuestro ser más valioso, en el proyecto de vida de las Hijas de Jesús. Con Clara Echarte FI hemos podido peregrinar por ellas con verdadero deseo y profunda alegría. La Fórmula nos reveló los tres deseos de la Madre Cándida: el ser de Hijas de Jesús (nuestra identidad, vocación-misión), el gobierno carismático y la pobreza evangélica. A partir de ahí, las diez partes de las Constituciones explicitan el camino para vivir la Fórmula. Es un camino, una letra viva que hay que encarnar en donde estemos. “Es nuestra herencia —decía Clara— y estamos invitadas a leerlas entrando en esa corriente del Espíritu”. Con dos actitudes fundamentales para acogerlas y vivirlas: la confianza en Dios y la obediencia a lo que el Espíritu escribe e imprime en los corazones.
Nuestra peregrinación ha sido muy honda, de Oriente y Occidente: “No son un libro que nos dice lo que hay que hacer, sino que nos es dado como ayuda para discernir”.
7. Asís, el pobre de las pequeñas cosas
Previo a la profundización sobre el voto de obediencia, Asís nos acogió con un día espléndido, para pisar la tierra de San Francisco. Realmente, una oportunidad para reflexionar acerca de la importancia del desprendimiento de todo lo superficial para dar prioridad a lo trascendental, hermanándonos con todas las creaturas. Este día de descanso nos regaló respirar aire puro, escuchar la naturaleza, la Casa Común que une el grito de los pobres con el grito de la Tierra. Y en el corazón… sentencias de San Francisco: «Predica el Evangelio en todo momento, y cuando sea necesario, utiliza las palabras».
8. Roma de noche
La ciudad que nos acoge habla de Dios a cada instante, pero la luz que va cayendo al final del día regala imágenes bellas que solo podemos agradecer. Roma de noche es una postal que se graba en el alma y ante la que solo podemos exclamar: Bendito sea Dios que tanto nos quiere.
9. El voto de obediencia, una responsabilidad para todas
“La obediencia pide un acto de fe. La obediencia es lo más mío, algo muy hondo, mi voluntad, mi proyecto, mi propio amor, querer e interés. Ignacio subraya tanto la obediencia porque quiere llegar a ese núcleo más hondo de la persona”. Así nos decía Claudio Paul SJ durante los días que trabajamos con él el voto de obediencia. Desde la tradición de la espiritualidad ignaciana, ahondamos en las obediencias difíciles y en las mediaciones, sabiendo que cada una de nosotras es también mediación. La escucha y la transparencia son dos actitudes indispensables para que nos señalemos en la obediencia y vivamos en y para la misión.
10. Respuestas de la Madre Cándida a cuestiones de la vida diaria
Firme, clara, sencilla, sin rodeos, afectiva, emotiva… una mujer que tenía a Dios en el centro. Así hemos redescubierto a la Madre Cándida en sus cartas. Con la ayuda de Mercedes Vilas profundizamos, sobre todo, en la abnegación, como ayuda para las experiencias que haremos en mayo. “La Madre Cándida parte de la vida diaria para expresar su experiencia de Dios. Toca muchos asuntos pero tiene una predilección notable por todo lo que se refiere a las personas”, decía Mercedes.Precisamente el 27 de abril, día de María Antonia Bandrés, patrona de las Hijas de Jesús en formación inicial, Mercedes nos regaló una carta de Natalia Bandrés.
11. Celebrando la vida
Y tres imágenes más de regalo, porque este tiempo de profundización, de silencio y compartir universal, está bañado de fiestas de cumpleaños que animan y ayudan a sentirse comunidad. Silvia, Gloria y Lucía, las tres celebraciones de la vida.