El 1 de noviembre de 2025, en la Solemnidad de Todos los Santos, la Superiora General, Graciela Francovig, ha enviado una carta dirigida a todos los laicos y laicas unidos por el carisma y espiritualidad de la madre Cándida, en la misma nos invita a contemplar la santidad desde lo cotidiano y a seguir profundizando en el camino emprendido tras la XIX Congregación General.
La llamada a la santidad en lo cotidiano
La carta se abre con una reflexión inspirada en la fiesta de Todos los Santos y en las palabras del Papa Francisco. Graciela nos recuerda que la santidad no es un ideal lejano, sino una posibilidad real en la vida de cada persona: en el trabajo sencillo, en la paciencia de cada día, en las sonrisas que se ofrecen a pesar del cansancio. “Hay santos de la puerta de al lado”, dice, invitándonos a reconocerlos y a desear vivir con esa misma sencillez y profundidad.
Recordando que el Bautismo es fuente de nuestra identidad cristiana, la Superiora General anima a cada una y cada uno a dejarse conducir por el Espíritu, a apoyarse en Él especialmente en los momentos de debilidad, y a mirar con confianza al Crucificado. “Fructificar la gracia del Bautismo” significa elegir a Dios día a día, confiando en que Su amor nos transforma poco a poco.
En esta fiesta de todos los santos, Graciela vuelve la mirada a Santa Cándida M.ª de Jesús, quien supo descubrir a Dios en lo ordinario y responderle con entrega y alegría. Su vida y sus cartas, dice, siguen siendo una escuela viva de santidad práctica, de servicio alegre y de amor a la voluntad de Dios.
Agradecimiento y camino compartido
Graciela expresa su agradecimiento a todas las hermanas, laicos y laicas que participaron en el proceso de discernimiento previo a la XIX Congregación General, reconociendo la profundidad y riqueza de lo que se ha vivido en ese tiempo de escucha y búsqueda conjunta. Menciona también que algunas comunidades ya han realizado la transmisión de la CG XIX a los laicos, mientras que otras la vivirán próximamente, animando a todas a acoger este momento como oportunidad para seguir creciendo en comunión y misión compartida.
“Hace mucho tiempo que ya no caminamos solas, sino con otros y en familia”, escribe, subrayando el horizonte comunitario y la sinodalidad que marcan nuestro modo de vivir la misión hoy.



Un nuevo horizonte educativo
La carta también hace referencia al Jubileo de los educadores (27 de octubre – 2 de noviembre) y a la reciente Carta apostólica del Papa León XIV, subrayando la educación como acto de amor y esperanza, y como un camino para sanar el tejido social. En sintonía con la misión educativa de las Hijas de Jesús, se nos invita a renovar nuestro compromiso de formar personas libres, compasivas y constructoras de paz. Te invitamos a leer la Carta de la Superiora General en su totalidad para profundizar en cada una de estos temas.



