El sábado 13 de diciembre de 2025, de 13 a 15 h (hora de Roma), más de ciento cincuenta jóvenes y acompañantes se dieron cita virtualmente en el IV Encuentro Internacional de Jóvenes FI, celebrado bajo el lema “Vamos Jóvenes FI”. Fue un encuentro que cruzó fronteras, idiomas y culturas, y que hizo visible una certeza compartida: el carisma de Santa Cándida María de Jesús está muy vivo, creativo y comprometido en el corazón joven de la Iglesia.
Participaron jóvenes de las cinco Provincias y de la Delegación de Mozambique, acompañados por Hijas de Jesús y laicos, en un clima de familia, cercanía y profunda alegría.
El encuentro fue preparado y dinamizado por el equipo internacional de pastoral con jóvenes junto a jóvenes de las distintas provincias.
Un encuentro verdaderamente universal
Desde Asia Oriental hasta América Andina y Brasil-Caribe, desde Europa hasta el Índico-Pacífico y Mozambique, el encuentro fue un verdadero mosaico de rostros, acentos y experiencias. Gracias al servicio de traducción en español, inglés, portugués y chino, cada joven pudo sentirse en casa y parte de una misma comunidad universal.
La bienvenida lúdica, la presentación por provincias y las cálidas palabras de nuestra hna. Iris Altagracia Gonzáles, consejera general, dieron paso a un recorrido agradecido por la historia de los encuentros internacionales anteriores, situando este cuarto encuentro como un hito especial: celebrado al cierre del Año Jubilar, después del primer encuentro presencial en Roma vivido meses atrás, y marcado por el deseo explícito de dar un paso más como Jóvenes FI.
Orar, escuchar y soñar juntos
Vivenciamos un profundo momento de oración, a través de símbolos sencillos —la cruz jubilar, la luz, María, la figura de la Madre Cándida— y de la Palabra de Dios (Lc 10, 1-9), los jóvenes fueron invitados a dejarse enviar a vivir y a realizar la misión al modo de Jesús: “Vayan, yo los envío”.
En un gesto especialmente significativo, cada participante mostró ante la cámara el logo de Jóvenes FI, con su nombre y una palabra que resonaba en su corazón. Un signo sencillo de pertenencia, identidad y misión compartida.
Los testimonios de jóvenes de cada provincia pusieron palabras y rostro a la esperanza vivida y contagiada en este Año jubilar: peregrinaciones, servicio cotidiano, ruta de la M. Cándida en España y Roma, encuentros transformadores, experiencias de fe vividas en lo ordinario y en lo extraordinario. Historias diversas, unidas por un mismo hilo: la esperanza se multiplica cuando se comparte.
Jóvenes protagonistas, en discernimiento común
En los grupos por idiomas, los jóvenes dialogaron con profundidad sobre tres grandes preguntas:
- qué rasgos de la identidad de Jóvenes FI sienten llamados a vivir hoy con más fuerza;
- cómo implicarse juntos en la misión, desde los gritos del mundo;
- y qué sueños tienen para el futuro de Jóvenes FI.
En los grupos, los jóvenes coincidieron en que se sienten llamados a vivir una identidad centrada en Jesús, marcada por la alegría, la sencillez, la cercanía y el servicio, desde un fuerte sentido de fraternidad y universalidad. Expresaron el deseo de caminar unidos en una misma misión, abierta a las distintas realidades, poniendo el acento en la catequesis, el acompañamiento de jóvenes a jóvenes, la cercanía a quienes viven sin sentido de la vida y el compromiso con la realidad social desde una mirada crítica y transformadora. Como sueño compartido, anhelan unos Jóvenes FI cada vez más numerosos, enamorados de Jesús, capaces de ser espacio de acogida, esperanza y envío misionero, al estilo de Santa Cándida María de Jesús.
“Vamos, Jóvenes FI” no es solo un lema, es un camino
El encuentro culminó con el mensaje y envío misionero de Graciela Francovig, Superiora General de las Hijas de Jesús, que agradeció a Teresa Li FI y M. Carmen Jiménez FI, la entrega apasionada y creativa a este servicio de impulsar la pastoral internacional con jóvenes en el sexenio anterior; y dio la bienvenida a Iris Altagracia González FI, consejera general y encargada del campo de los jóvenes como nueva coordinadora de este campo. En su mensaje de envío, cercano y profundamente esperanzador, animó a los jóvenes a mantener la mirada y el corazón en Jesús, verdadera fuente de sentido y felicidad; a no conformarse con una vida superficial, sino a aspirar a lo grande, a la santidad vivida en lo cotidiano, a ser respuesta a las necesidades de nuestro mundo, a seguir caminando con audacia, fidelidad creativa y corazón abierto, al estilo de la Madre Cándida. Confiándolos a María, Virgen de la esperanza, los envió a caminar con alegría y a contagiar al mundo el entusiasmo y el testimonio de una fe joven y comprometida. Su envío nos convocó también ya para el siguiente encuentro.
Así es que este IV Encuentro Internacional no fue un punto de llegada, sino un impulso. Un vamos que invita a avanzar con más protagonismo juvenil, más identidad compartida y más compromiso misionero. Un vamos que sueña con jóvenes capaces de esperanzar el mundo, allí donde viven, estudian, trabajan o sirven.
Hoy, 27 de diciembre, culmina también el “Proyecto esperanzar” que, desde el comienzo de este Año Jubilar “Peregrinos de esperanza”, cada 27 de mes nos han animado y ayudado a todos, jóvenes y adultos, Hijas de Jesús y laicos/as, a desgranar qué significa poner en acción y al servicio de los demás la virtud de la esperanza, contando para ellos con Jóvenes FI de todo el mundo.
Un cierre que es envío: seguimos caminando
Te queremos invitar… Si eres joven y sientes el deseo de vivir la fe con otros con una identidad alegre, dinámica, comprometida, con Jesús en el centro; si quieres crecer acompañado, deseas servir a quienes más lo necesitan y buscar juntos la voluntad de Dios, puedes ser de Jóvenes FI.
“Vamos, Jóvenes FI, hay camino y debemos continuar…”






