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¡Ante la realidad de Colombia!

junio 14, 2021

Para el NotiAndina pasado quisimos saliera algo de la compleja realidad nacional que estamos viviendo. Lo hacemos ahora, a través de la web internacional, con otros datos que nos ayudan a contextualizar y comprender algo más ésta muy compleja realidad que envuelve al país.

Muchas miradas se nos han ofrecido en este segundo mes de lo que se viene viviendo en Colombia de paro y que tiene diversas aristas, un proceso que data de 30 años, y más, hacia atrás. Con el paro nacional que inició el 28 de abril con manifestaciones masivas a nivel nacional, con movilizaciones constantes y bloqueos que funcionan como puntos de concentración de manifestaciones permanentes, hasta el 26 de mayo, habían ocurrido 2577 bloqueos viales. Los departamentos con mayor cantidad de bloqueos han sido: Huila, Quindío, Meta, Valle del Cauca, Nariño y Norte de Santander. Hasta el 26 de mayo ocurrieron en 794 municipios de los 32 departamentos de Colombia: 5.264 concentraciones, 1.998 marchas, 554 movilizaciones y 21 asambleas.

Esta expresión va pasando por fases y, de un paro nacional con los antecedentes manifestados en el año anterior 2020, se transformó en “una conversación nacional” para el gobierno del presidente Duque.

COMO CAUSAS MÁS CERCANAS SE MENCIONAN:

– Es claro y visible el incumplimiento del gobierno nacional sobre los acuerdos de paz y esta lectura ha sido clara desde que salió elegido. Se votó por él para impedir que la izquierda llegara a la presidencia. Pero el triunfo no fue muy distante de las otras votaciones.

– El Estado colombiano viene en una racha de incumplimiento de acuerdos nacionales pactados años atrás. Esto ha ido creando una lógica de paro constante para recordarle lo anterior y así, sucesivamente. El paro del 2019 creó ciertamente una gran desconfianza.

– Se juntó el crecimiento del hambre, la pobreza, el desempleo y la falta de futuro. De tal forma que se convirtió en un “verdadero estallido social”. Tan pronto se dio este paro el gobierno abrió el diálogo para los partidos políticos, incluido uno nuevo que se llama “movimiento de la esperanza” y la manera como fue respondiendo ha sido desatinada: no escucha al pueblo, represalias del expresidente Uribe ante decisiones tomadas por el Presidente Duque y lo que ha mostrado el Estado es una “represión” como hacía mucho no se había visto en el país.

Es verdad que los manifestantes tuvieron actos de violencia y vandalismo también contra el servicio público y otros bienes privados y personales, pero la mayor represión ha sido ejercida por parte del Estado en los lugares de manifestación, con saldos lamentables por las personas muertas, víctimas desaparecidas, daños a bienes….

ALGUNAS CARACTERISTICAS DE ESTA EXPLOSIÓN SOCIAL:

– Al 26 de mayo habían ocurrido 2.577 puntos de inmovilización llamadas “bloqueos”, con expresiones muy significativas e inesperadas para el mismo comité de paro.

– El Estado registra, desde esa actitud altamente represiva, la mayoría de eventos en Cali y Valle del Cauca. Con desaparición de personas dentro de la protesta social. En pocos días se han registrado desapariciones cuyo número sigue creciendo.

– Todo esto complejiza la situación (agresiones y heridos) también para las fuerzas del Estado, actos de violencia sexual, censura de la prensa alternativa. los medios de comunicación (Caracol y RCN) tejieron narrativa en contra de los indígenas, según analista de la Comisión de Justicia y Paz Colombia – CRC.

– Se ha dado mucha vulneración de derechos humanos. Así, el paro nos ha puesto en una repercusión negativa por todos los daños que causó.

– El grueso de personas en las movilizaciones es de jóvenes que están dispuestos a continuar con ellas porque ya no tienen nada que perder por la misma realidad en la que viven. Al punto de que, en el bloqueo, tienen algo de comida “garantizada por la olla comunitaria”. Si se van a su casa no tienen qué comer.

La juventud que está en las calles son hijos del conflicto que no saben nada del agro. NO HAY TECHO DE FUTURO PARA MUCHA GENTE NI POR ACCESO A UNIVERSIDADES NI POR TRABAJO. La criminalidad se viene volcando sobre los jóvenes. Les matan, les desaparecen desde los años 80, empezando por Medellín y pasando luego por otras ciudades colombianas.

Todo esto es efecto de lo que hace más de 30 años venimos cultivando en el país. Ya la presidencia del Sr. Gaviria, cuyo lema fue “bienvenidos al futuro”, abrió el mercado y la economía neoliberal hizo crisis. Muchas empresas nacionales tuvieron que cerrarse porque no podían competir. Se privatizó la salud y luego esto fue reforzado por el presidente Uribe en sus 8 años de presidencia. Así que, estamos viviendo ese futuro anunciado con una constitución de 30 años que abrió muchas esperanzas pues se reconocieron diferencias, libertades civiles, derechos fundamentales, tutelas; pero económicamente el modelo hizo crisis…

IMPLICACIONES NEGATIVAS DE ESTAS MANIFESTACIONES:

– La zona en donde más fuertemente se ha sentido la problemática es en el Valle, porque en el Pto. de Buenaventura había mucho alimento para animales. Entonces, ¿por qué estamos comprando comida fuera mientras el campesino de la zona está condenado al cultivo de la coca? De hecho, hubo serios saqueos.

– Se ha afectado aún más la economía. Varias empresas han tenido que hacer nuevos despidos de trabajadores.

No hay un único centro de representación en esta situación. El Comité de paro no representa al gran grueso de todos los colombianos sin trabajo ni a los jóvenes en calle. Entonces, hace pensar en la apertura de mesas de diálogo tanto nacionales como territoriales.

En Cali, después de mucha desconfianza como la que se ha dado, el papel del Arzobispo Darío Monsalve es como un atenuante positivo.

¿QUÉ SALIDAS SE VEN?

Hay que abordar serios problemas en el país:

– El del hambre. Tumbar la reforma tributaria ha sido ya una ganancia del paro. Pero, claro, con ello no se soluciona el problema. El Estado necesita una reforma estructural de base a esto.

– Problema del empleo. El gobierno tiene que trabajar por la generación de empleo, la empresa privada, pero de empleos dignos. No se puede seguir con salarios de hambre. Esto lo atraviesa también la corrupción que vivimos.

– Problema del estudio. El gobierno dio matrículas a 0 costo para estratos 1 al 3. Pero con ello no amplía la cobertura. Hay zonas del país que no tienen acceso a la Universidad.

– Problema de salud. Tumbar la reforma de la ley de salud también hay que reconocerlo como una victoria temprana del paro. Pero volvemos a lo mismo. La inmensa mayoría el pueblo no tiene acceso a los servicios de salud. La gente ya empieza a morir por la falta de atenciones mínimas. Esto, unido al colapso de la pandemia, ha agudizado aún más el problema.

¿QUÉ HA HECHO EL GOBIERNO SEGÚN LA CONTEXTUALIZACIÓN DE LA COMISIÓN JyP?

El gobierno nacional ha jugado la misma carta política tradicional y esto no da mucha esperanza. No hay un interlocutor. El Presidente Duque ha dado respuestas fuera de una mesa de concertación y se ha desdicho de algunas decisiones pactadas.

A NIVEL DE IGLESIA Y DE VIDA RELIGIOSA ¿Qué ACCIONES PODEMOS EMPRENDER? Hay mucho por hacer de nuestra parte:

Acompañar a la sociedad en esta coyuntura.

Denunciar el irrespeto a DDHH.

Dar vida y presencia desde la Comisión de Justicia y Paz – CRC y ojalá unidos a otros organismos.

– Hacerse parte de ser garantía, generar confianza por las mediaciones. Para ello se necesita estar insertos en la realidad de las movilizaciones.

– Acceder a miradas globales e integrales de la realidad. No podemos seguir haciendo juego a las polarizaciones ni a las noticias amañadas de los canales más visibles de nuestra información. El Evangelio es bien claro, está a favor del más desprotegido.

– Ante la desesperanza que ya empieza a apoderarse de una buena parte de la población, ¿qué se puede hacer? Habrá que inventar algo distinto para que el gobierno se decida a abrir la puerta. ¿No podría hacerse uso del boicot?

Profundizar en la dimensión fe y política y tener acciones concretas.

– Ayudar a que otras personas puedan hacer un análisis más ecuánime de la realidad y desde los más afectados.

Rechazar la violencia en lo cotidiano y en las calles.

– Hacer una lectura creyente de la realidad… y confiar en Dios que acompaña a su pueblo.

San Juan nos invita cada día a “amarnos unos a otros como nos ama Jesús”, quien nos dice: “ya no les llamo siervos sino amigos…”  Jesús no hace distinción de personas. Se nos invita a cantar un cántico nuevo de reconciliación, de paz, de justicia en nuestro país; y esto nos pide acoger su palabra y transitar en lo cotidiano por caminos concretos del amor, para lo que Monseñor Rueda Aparicio proponía tres sendas:

– El respeto a la vida de toda persona, sin distinción alguna.

– El diálogo sincero y fraterno, fomentando la capacidad de escucha y de empatía para poder acoger la diferencia. Saber hacer silencio para escuchar desde lo profundo 

– Y la búsqueda del bien común, partiendo de los más pobres y vulnerables, tanto en el campo como en la ciudad.

Agradecemos el cariño y la cercanía fraterna de Graciela y Dayse, como la de tantas hermanas ante este panorama complejo que vivimos en el país y que, por momentos, agudiza un dolor de patria que ya lleva muchos años en nuestra querida Colombia. Y, sí o sí, nos pide acciones concretas a todos y en bien de todos, sobre todo ante las víctimas de tanta inequidad…  Que el Espíritu Santo de Dios nos invada, abra caminos de dignidad para todos y nos conceda su Paz.

Hijas de Jesús en Colombia                               

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