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Construir el futuro con los migrantes y los refugiados

Sep 24, 2022 | Iglesia, Justicia Social, Noticias

 

La Iglesia celebra la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado (JMMR) desde 1914. Es una ocasión para expresar nuestra preocupación por la diferentes categorías de personas vulnerables en movimiento; para rezar por ellos mientras enfrentan muchos desafíos; y para sensibilizar sobre las oportunidades que ofrecen las migraciones. 

La JMMR se conmemora cada año el último domingo de septiembre; en 2022, el 25 de septiembre. El tema elegido este año por el Santo Padre es Construir el futuro con los migrantes y los refugiados

En su misiva para esta 108ª Jornada, el Papa Francisco nos llama a la construcción de un futuro más acorde con el plan de Dios, de un mundo donde podamos vivir dignamente en paz, y comparte un claro mensaje:

«Queridos hermanos y hermanas, y especialmente ustedes, jóvenes, si queremos cooperar con nuestro Padre celestial en la construcción del futuro, hagámoslo junto con nuestros hermanos y hermanas migrantes y refugiados. ¡Construyámoslo hoy! Porque el futuro empieza hoy, y empieza por cada uno de nosotros. No podemos dejar a las próximas generaciones la responsabilidad de decisiones que es necesario tomar ahora, para que el proyecto de Dios sobre el mundo pueda realizarse y venga su Reino de justicia, de fraternidad y de paz». 

Sección Migrantes y Refugiados (M&R) propone un itinerario cuyo punto de partida es el Mensaje del Santo Padre, que hace hincapié en el hecho de que un futuro mejor es posible únicamente si se construye junto a los más vulnerables. 

 

Nadie debe ser excluido porque el proyecto de Dios es inclusivo. Y así lo recogemos en nuestra llamada número 3: «Responder al grito de migrantes y refugiados».

El  drama  de  la  movilidad  humana  nos  ha  de  poner  en  salida para responder al grito acuciante que nos llega de  los  migrantes  y  refugiados.  Nos  desafía  a  seguir  colaborando con otros y a tomar posturas más audaces y  definidas,  que  garanticen  la  protección  de  la  dignidad humana, el  acompañamiento y caminos de integración en  la sociedad.   

Todos estamos llamados a comprometernos con la edificación de un futuro basado en un nuevo sistema global, más acorde al plan de Dios, un mundo donde todos puedan vivir en paz y prosperidad.

 

«El futuro será de esperanza si será juntos» (Papa Francisco)