UNA ESPERANZA QUE SE HACE SERVICIO
“El Señor nos colme de sus gracias
Santa cándida – Carta 148, agosto de 1898
para trabajar más y más en su viña para su mayor gloria.”
Día3 del Triduo en preparación a la fiesta de la Madre Cándida en el Jubileo de la Esperanza
“El Reino de Dios se parece a un propietario que salió muy de mañana para contratar obreros para su viña.”
— Mateo 20,1
La esperanza no es solo consuelo interior.
La verdadera esperanza, como la de la Madre Cándida, nos lanza al camino, nos empuja a seguir trabajando por el Reino, incluso cuando faltan las fuerzas o las motivaciones. Ella no solo esperaba en Dios: vivía, educaba y servía con esa esperanza.
“Hay veces que te quedas sin razones para seguir haciendo algunas cosas. Hay días en que solo la gracia de Dios sostiene la entrega, la vocación, la misión. Pero seguimos. Porque hay un llamado. Porque hay una viña. Y porque, aunque a veces no veamos los frutos, Dios sigue sembrando con nosotros.
En este tercer día del Triduo de esperanza, nos preguntamos:
- ¿Qué me motiva hoy a servir?
- ¿Dónde estoy necesitando una gracia especial para continuar?
Vuelve al corazón de la Madre Cándida, sus cartas son un testimonio vivo de esperanza. Léela completa aquí:
Día 2 del Triduo: DÍA 3 | Tres días de esperanza junto a la Madre Cándida