LLAMADAS, COMO VIDA CONSAGRADA, A SER IGLESIA SINODAL
Hoy, 2 de febrero, fiesta de la Presentación de Jesús en el Templo, la Iglesia celebra también la Jornada de la Vida Consagrada.
Celebramos nuestra fiesta este día porque Jesús es el Consagrado del Padre por excelencia, el que ha venido al mundo para hacer su voluntad.
Esta Jornada es una oportunidad para que los cristianos demos gracias a Dios por esta forma de vida en la Iglesia, que es un regalo, con la diversidad de sus carismas; oportunidad de animar a que el pueblo de Dios conozca y quiera la vida de tantos hombres y mujeres que se han entregado al servicio de los demás al estilo de Jesús; y, por supuesto, para que los propios consagrados agradezcamos nuestra vida, la fidelidad de Dios con nosotros cada día y nos hagamos más conscientes de nuestra peculiar misión en la Iglesia y en el mundo.
El cardenal João Braz de Aviz, prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, y el secretario de ese dicasterio, monseñor José Rodríguez Carballo, nos escriben una carta con motivo de esta XXVI Jornada Mundial de la Vida Consagrada y nos animan a reflexionar sobre la participación, en total conexión con el camino sinodal en el que estamos insertos.
El Sínodo nos hace una pregunta que considera fundamental:
En una Iglesia sinodal, que anuncia el Evangelio, todos «caminan juntos»: ¿Cómo se realiza hoy este «caminar juntos en la propia Iglesia particular? ¿Qué pasos nos invita a dar el Espíritu para crecer en nuestro «caminar juntos»?
Con ella nos están invitando a rescatar las buenas experiencias que tenemos de «caminar juntos» para que, releídas en profundidad y a la luz del Espíritu, iluminen el camino que Dios quiere hacer con nosotros.
Para que se vaya haciendo realidad esta sinodalidad, todos necesitamos poner en funcionamiento capacidades que teníamos un poco dormidas.
El cardenal João Braz de Aviz y monseñor José Rodríguez Carballo, nos animan a la participación, a que nadie quede fuera, a que ninguno sintamos que «esto no es para mí».
Graciela, nuestra Superiora general, nos invitaba a participar en el Sínodo y hoy, en la Jornada de la Vida Consagrada, lo hace nuevamente la Iglesia. No nos quedemos atrás en este reto de escuchar, compartir y discernir para descubrir la voluntad de Dios para el pueblo de Dios del que formamos parte. Creemos espacios para el diálogo y la escucha… y dejemos que el Espíritu Santo sea el protagonista de nuestra historia.
Hagamos visible, desde la vida diaria de nuestras comunidades, la fraternidad universal a la que está llamado nuestro mundo. Seamos la Buena Noticia, no nos conformemos con decirla de palabra.
VÍDEO DEL PAPA FRANCISCO POR LAS RELIGIOSAS Y LAS CONSAGRADAS
Feliz Jornada de la Vida Consagrada.