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Mensaje de Cuaresma – Carta número 45 de la Superiora general

Mar 6, 2025 | Gobierno general, Noticias

Iniciando la Cuaresma, recibimos la Carta Circular nº 45 de Graciela Francovig, Superiora General. Compartimos parte de la misma, donde nos anima a vivir este tiempo de preparación para la Pascua con renovada esperanza.

“Hoy es Miércoles de Ceniza y queremos estar abiertas a la acción transformadora de Dios. Es un tiempo privilegiado para ser más conscientes de que hacemos un camino de discipulado con Él. Nos invita a seguir a Jesús, a acompañarlo en su ascenso a Jerusalén. Recibimos la ceniza en señal de arrepentimiento, con el deseo de convertirnos al Dios que nos llama a una vida nueva, a más vida

Por ser éste el Año Santo “Peregrinos de la Esperanza” y por entrar de lleno en el tiempo de preparación próxima a la CG XIX tenemos más motivos para vivirlo más eclesial y congregacionalmente. 

Las invito a leer y rezar el mensaje del Papa Francisco para esta Cuaresma, mientras seguimos pidiendo por su salud, en este momento tan fragilizada. Acompañamos los distintos gestos de cercanía y oración que las diferentes personas que vienen en peregrinación a Roma tienen por él”

Acogemos estas palabras y deseamos vivir esta Cuaresma como un camino de esperanza y conversión profunda.La carta finaliza invitando a:

Sigamos pidiendo unas por otras. Pidamos por nuestras hermanas mayores y aquellas que padecen alguna enfermedad. Encomendemos a las jóvenes y sus formadoras. 

Me despido con estas palabras de la M. Cándida en una de sus cartas: “Está puesta en manos de Dios nuestra causa. Somos Hijas de Jesús. Él nos defenderá de todo mal. Esta es nuestra esperanza y no quedaremos confundidas”. (CMF, n. 237. Esta carta está dirigida a las HH Antonia Robles, María Igarategui e Isabel Antón, miembros de su Consejo, que estaban en Salamanca. Ella la escribe desde Roma.)

Recogemos esta invitación a vivir una Cuaresma de esperanza y conversión, recorremos este camino con Jesús y la guía de la Madre Cándida. Que este tiempo sea una oportunidad para renovar nuestra fe, fortalecer la comunión fraterna y prepararnos para celebrar la Pascua y la Congregación General XIX.