Hoy 12 de mayo de 2025, 29º aniversario de la beatificación de la M. Cándida y Antoñita
Hacemos memoria agradecida de aquel día, invitados a hacer vida lo que tantas veces oramos con el “Tomad, Señor” al decir “toma mi memoria”. Mi memoria es lo que he guardado como sagrado en el corazón. Entregarle lo que recuerdo, lo que he vivido, mi historia, para reconocer su presencia, amor, misericordia, llamada, acompañamiento y envío. ¡Cuánto puede ayudarnos hoy la memoria de aquel 12 de mayo de 1996!
El entonces Papa Juan Pablo II, aquel 12 de mayo de 1996, en la Plaza de San Pedro, ante millares de fieles entre los que se encontraban muchas Hijas de Jesús, laicos y laicas vinculados de alguna forma con la M. Cándida y Antoñita, familias, niños y niñas sobre todo alumnos de los colegios, educadores, jóvenes… de todas las “cualquier parte del mundo” de presencia de las Hijas de Jesús, pronunció, entre otras, estas palabras que sentimos que hoy tienen plena actualidad en este momento de la historia, de la Iglesia y de la Congregación que se halla toda ella presente en Roma a través de las hnas. congregadas.
El testimonio de las vidas de estas dos nuevas beatas llena de gozo a la Iglesia y ha de mover a su congregación, extendida por tantos países, a seguir sus ricas enseñanzas, el modelo de entrega y la perseverancia en su fidelidad al carisma recibido del Espíritu.
¿No es esta precisamente la finalidad de nuestra Congregación y de toda Congregación General?
Al finalizar el rezo del Regina Coeli, el Papa Juan Pablo II también expresó sobre nuestras dos nuevas beatas:
La profunda espiritualidad de estas dos guipuzcoanas de corazón universal, fundamentada en los ejercicios ignacianos, las movió a entregarse con celo santo al servicio de la Iglesia y de las necesidades de las gentes de su época. Su testimonio sigue vivo en nuestros días, y nos habla de ardor misionero, de humilde confianza, de procurar siempre y en todo la mayor gloria de Dios y la salvación de los hombres.
¿A qué te sientes movido tú? ¿Qué es lo que mueve tu vida?
Su testimonio sigue vivo en nuestros días también… en “estos días” de Año Jubilar Peregrinos de Esperanza, de despedida al Papa Francisco, de acogida agradecida al recientemente elegido Papa Leon XIV, de nuestra CGXIX y también de tantas alegrías, sufrimientos, búsquedas, trabajos, oportunidades, desafíos, ayudas, egoísmos, esperanzas y desesperanzas de las gentes de hoy en todo el mundo…
Hacemos memoria también, de las palabras de la Superiora General en ese tiempo, la H. Pilar Martínez, pocos días después de la beatificación, en Salamanca, el 25 de mayo del 1996, con motivo del traslado de los restos de la M. Cándida del Panteón de los Mostenses a la capilla, a una urna situada bajo el altar.
Y a nosotras, Hijas de Jesús, ¿Qué nos dicen sus cenizas, hoy, reposando junto a Cristo Eucaristía y bajo la mirada de María, estrella de nuestros caminos?
Yo siento que desde aquí nos confirma en que la “verdadera Hija de Jesús” es la que vive como vivió ella: bien asentado su corazón en el amor a Jesucristo, firme y decidida en la misión que él le confió, apoyada en la seguridad que le daba su fe, abandonada a su voluntad y alegre en su servicio. […] Y con el compromiso de seguir dando vida al carisma que ella nos dejó y a encarnarlo en el hoy de nuestra historia.
¿Qué te dicen estas palabras hoy para tu vida, tu comunidad, tu familia, tu trabajo, tu misión, tus estudios… y la CGXIX de las Hijas de Jesús?
Encomendemos especialmente hoy la CGXIX a Santa Cándida Mª de Jesús y a la Beata Mª Antonia Bandrés Elósegui, confiadas en su intercesión y ayuda para seguir “conservando y haciendo crecer a la congregación en su buen ser” en el hoy de nuestra historia y nuestro mundo.



