El día 8 de diciembre celebramos los 147 años de la fundación de la Congregación, “y lo hacemos en el marco del Año de Memoria de la Experiencia del Rosarillo y de la Congregación General XVIII»
En este contexto escribe Mª Inez Furtado FI, Superiora General, su última circular a todas las hermanas de la Congregación en la que invita “una vez más a la unión de los ánimos, y de expresarla de modo muy especial en la celebración de la Virgen Inmaculada”.
En la preparación de esta fecha congregacional nos unimos la Familia Madre Cándida acogiendo la propuesta que realiza la Superiora General en la circular a las hermanas: orar y contemplar a la Virgen del Rosarillo.
“Sí, miremos esta imagen ante la que, sin duda, tantas veces rezó la joven Juana Josefa, hasta establecer con la Virgen una familiaridad tal que, como sabemos, la llevó a declarar que fue Ella ‘la fundadora de esta Congregación’… nuestra madre, estrella, maestra…
Mirémosla con el corazón, y dejemos que este se mueva. En cada moción preguntémonos otra vez: ¿A qué nos llamas ahora, Señor?, ¿qué quieres que hagamos?”
Contemplamos a la Virgen del Rosarillo
Deja tu corazón pasear libremente por el retablo, y sin prisas, fíjate en:
Su rostro…
Observa cómo mira y con qué ojos…
¿Desde dónde mira?
¿Hacia dónde llega su mirada?
¡Escúchala!
Si relación con Jesús… y la de Jesús con ella…
Atrévete a escrutar las relaciones de María: con el Padre, el Espíritu Santo De Dios y el Hijo;
con José, sus padres, los apóstoles, la Iglesia…
con nuestra Congregación… contigo…
¡Recrea tu relación con ella!
Sus pies…
Siente cómo pisan tierra. Aquella que enseñó a andar a Jesús,
es llamada a acompañar los pasos del Hijo, a vivir encarnada, a caminar por sus caminos…
Da unos pasos junto a ella.
Fíjate también en los otros rostros, imágenes o detalles que te sorprendan…
¿A qué nos está llamando el Señor?
Déjate conducir por el Espíritu y comparte