«Pusieron allí a Jesús»
El Sábado Santo es el Día del silencio. Es el día del sepulcro, del cansancio, del no dar aun crédito a todo lo ocurrido… Necesitamos tiempo para el duelo, para todo duelo. El evangelio nos dice poco de este momento, tan sólo que dos que habían sido discípulos en secreto ahora dan la cara para lo único que queda hacer, dar sepultura a Jesús. «Pusieron allí a Jesús». Necesitamos abrazar y abrazarnos a María, que, aunque llena de dolor, su silencio está habitado de esperanza.
¿Qué es para tí quedar en silencio? ¿Cómo son tus silencios? Pidamos a Jesús ir con Él en camino de silencio
Sepultura de Jesús
38 Después de esto, José de Arimatea, que en secreto era discípulo de Jesús por miedo a los judíos, pidió permiso a Pilato para llevarse el cadáver de Jesús. Pilato se lo concedió. Él fue y se llevó el cadáver.39 Fue también Nicodemo, el que lo había visitado en una ocasión de noche, llevando cien libras de una mezcla de mirra y áloe.40 Tomaron el cadáver de Jesús y lo envolvieron en lienzos con los perfumes, según la costumbre de sepultar que tienen los judíos.41 En el lugar donde había sido crucificado había un huerto y en él un sepulcro nuevo, en el que nadie había sido sepultado.42 Como era la víspera de la fiesta judía y como el sepulcro estaba cerca, colocaron allí a Jesús.
(Jn. 19, 42)