En este día tan nuestro, quiero comenzar con una carta de la Madre Cándida: “Está bien todo lo que me dice de la fiesta que tuvieron al Dulce Nombre de Jesús en su día, alegrándome mucho de que haya estado tan concurrida… De todo me alegro muchísimo; que Jesús nos bendiga y nos dé su gracia para que llevemos como es de su agrado el nombre tan grande que llevamos, siendo verdaderas Hijas de Jesús…” CMF 368, a la H. Antonia Beloqui.
Las Directrices y Normas Complementarias, en el número 156, cuando mencionan las fiestas de la Congregación, dicen que su celebración contribuye a la unión de todos los miembros de la Congregación, a la vez que la expresa. Y, de las cinco fiestas que tenemos, la que encabeza esta lista es el Santo Nombre de Jesús. Este mismo número continúa diciendo: Las Hermanas intensificarán en estos días la oración que habitualmente deben hacer, a fin de que el Señor conserve y acreciente la vida de la Congregación para su mayor gloria.
¡Feliz día del Dulce Nombre de Jesús para todas nosotras!
Felices nosotras si, como Él, buscamos en todo la Voluntad del Padre.
Felices nosotras si encontramos en ella la alegría.
Felices nosotras si, dejando de lado nuestros propios intereses,
nos disponemos a seguir a Jesús con toda nuestra persona.
Felices nosotras si amamos a la Congregación tal cual es…
Felices nosotras si vamos descubriendo que Jesús, y solo Jesús,
es el centro de nuestra viday
y vivimos con paz las consecuencias.
Felices nosotras si…
Como Congregación nos encontramos transitando entre las Congregaciones provinciales. Dos ya finalizaron y las otras tres aún siguen su camino, sus procesos y búsquedas. Es un tiempo privilegiado de unión y de oración de unas por otras.
Que Jesús, que siempre y en todo buscó la Voluntad de su Padre amado, nos ayude a nosotras al ejercicio del discernimiento en común, para mejor acertar con aquello que Dios quiere de nuestra querida Congregación en este tiempo histórico, tan controvertido y tan desafiante a la vez.
Un gran abrazo, queridas hermanas. En la oración que en comunidad tuvimos esta mañana hemos rezado con todas ustedes.
Carta circular número 41 de la Superiora general, Graciela Mirta Francovig
