“En fin, Dios proveerá, y tenga mucha confianza en Él, que es el Padre que de todos cuida.”
Santa Cándida – Carta 139, febrero de 1898
Día 1 delTriduo en preparación a la fiesta de la Madre Cándida en el Jubileo de la Esperanza
“Confiadle todas vuestras preocupaciones, que Él cuida de vosotros.” — 1 Pedro 5,7
La Madre Cándida repite una y otra vez esta certeza que brota de su fe: Dios proveerá. Lo dice en cartas escritas en medio de dificultades, cuando la lógica invitaba a rendirse. Pero ella sabía que Dios es Padre que cuida de todos, incluso cuando todo parece torcerse.
“Hoy me siento cuidado. Me siento confiado.” Esto es lo que quisiéramos decir cada mañana al despertar, cuando abrimos la agenda y nos enfrentamos a desafíos. Sería otra forma de vivir, otra forma de caminar, más liviana, más luminosa.
Creer en un Dios que cuida, que siembra con paciencia y no agobia, es una manera de estar en el mundo con esperanza. Nos invita a levantar la mirada y descubrir que no estamos solos.
¿Y nosotros? ¿Podemos vivir así? En medio del ritmo acelerado, de las preocupaciones diarias y las responsabilidades, también estamos invitados a detenernos y preguntarnos:
¿Confío realmente en que Dios me cuida hoy?
¿Qué “preocupación” necesito poner en sus manos para caminar con más esperanza?
Vuelve al corazón de la Madre Cándida, sus cartas son un testimonio vivo de esperanza. Léela completa aquí: