El 31 de mayo, la Iglesia celebra la Visitación de María a su prima Isabel. Es una fiesta que nos recuerda la prontitud alegre de María para llevar a otros la Buena Noticia que ella misma había recibido. Y en esta fecha, también recordamos el nacimiento de la Madre Cándida María de Jesús. Como preparación para esta fiesta, queremos compartir una experiencia que guarda un profundo sentido de nacimiento y de envío.
Para una Hija de Jesús, el proceso de formación es un camino de encuentro, discernimiento y configuración con Jesús. Y dentro de este itinerario en la etapa del noviciado, hay tres experiencias fundantes:
- El Mes de Ejercicios Espirituales ignacianos, donde en el silencio, la oración y el discernimiento, cada novicia reconoce la voz de Dios que llama, confirma y sostiene. Es un tiempo para nacer interiormente a la vida nueva en Cristo y a la identidad de Hija de Jesús.
- El Mes de Experiencia Apostólica, donde se vive el envío, como María, al encuentro de los otros, anunciando con la vida el Evangelio, desde la cercanía y la entrega en una presencia concreta de comunidad de Hijas de Jesús “en cualquier parte del mundo”.
- Y el Mes de Abnegación, un espacio para configurarse más hondamente con Jesús pobre, humilde y obediente, aprendiendo a vivir con mayor disponibilidad y desprendimiento.
En este contexto, hemos querido dialogar con Jeniffer Castillo y Paola Mariano novicias de la Provincia Brasil-Caribe, quienes nos comparten lo vivido en su Mes de Ejercicios Espirituales. Sus palabras nos hablan de un proceso que no solo transforma, sino que da vida. Porque en ese encuentro íntimo con Dios, ellas van naciendo a la vida de Hijas de Jesús.
Te invitamos a ver este video y a disponernos a celebrar juntos, la fidelidad de Dios que sigue llamando, enviando y sosteniendo a nuevas generaciones de mujeres que, como Santa Cándida, quieren «ir al fin del mundo en busca de almas”
