La CG XVIII, además de dejarnos a las Hijas de Jesús una Determinación, recogió seis Llamadas en la acción apostólica «…para ir y anunciar». En los tres primeros puntos nos explican de dónde surgen estas Llamadas.
1. La CG XVIII desea agradecer las aportaciones venidas de todos los lugares donde desarrollamos nuestro servicio apostólico. Reflejan riqueza de vida y deseos de crecer en la tarea evangelizadora.
2. Hemos reflexionado sobre las peticiones y sugerencias recibidas. Una vez más constatamos que la vida es dinámica y tienes rostros diferentes en las distintas realidades. Queremos seguir fortaleciendo el camino que juntos, laicos e Hijas de Jesús, vamos realizando para servir más y mejor.
3. Consideramos que hay aspectos de nuestro quehacer apostólico que necesitan ser impulsados para que nuestra colaboración con el reino tenga más vigor. Pensamos que son llamadas universales que hemos de cuidar, en los próximos años, de manera especial.
Las Llamadas son el modo en que el Espíritu sigue alentando hoy la vida en nosotros, no podemos perderlas de vista si queremos ser fieles a lo que el Señor nos ha inspirado. Tenemos el compromiso de preguntarnos qué se nos pide con respecto a ellas en cada contexto.
Es esta una propuesta para acercarnos a las Llamadas los laicos e Hijas de Jesús que compartimos misión. Queremos que sea la primera, la que oriente el modo de situarnos ante las otras: en discernimiento.
“El discernimiento, como modo nuestro de proceder y actitud constante en la vida, nos dispone a salir del propio amor, querer e interés para buscar y elegir lo que Dios nos pide. Urge poner en práctica el discernimiento apostólico en común para que nuestros proyectos apostólicos respondan al bien más universal y a las mayores necesidades”.
¿Cómo lo haremos? El material ofrece unos puntos de profundización y reflexión sobre las condiciones y elementos necesarios para realizar un discernimiento; y propone un ejercicio concreto de discernimiento apostólico en común para elegir la Llamada, o Llamadas, más urgente en cada contexto.
Os animamos a trabajarlo en los grupos de laicos de cada lugar, unidos con las Hijas de Jesús, o a crear grupos locales a propósito para este trabajo.