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El deseo – #9parael9FI

agosto 2, 2023

Resumen de la catequesis

El discernimiento es una forma de búsqueda, y la búsqueda nace siempre de algo que nos falta pero que de alguna manera conocemos. “Deseo”, en la raíz, es una nostalgia de plenitud que no encuentra nunca plena satisfacción, y es el signo de la presencia de Dios en nosotros. El deseo es la brújula para entender dónde me encuentro y dónde estoy yendo. 

A diferencia de las ganas o de la emoción del momento, el deseo dura en el tiempo, un tiempo también largo, y tiende a concretizarse.  El deseo te hace fuerte, valiente, te hace ir adelante siempre.

Dialogando con el Señor, aprendemos a entender qué queremos realmente de nuestra vida. Pero estad atentos que las quejas son un veneno, un veneno para el alma, un veneno para la vida porque no hacen crecer el deseo de ir adelante.

La época en la que vivimos parece favorecer la máxima libertad de elección, pero al mismo tiempo atrofia el deseo —quieres satisfacerte continuamente—, que queda reducido a las ganas del momento. Y debemos estar atentos a no atrofiar el deseo.

Muchas personas sufren porque no saben qué quieren hacer con su vida; probablemente nunca han tomado contacto con su deseo profundo, nunca han sabido: “¿Qué quieres de tu vida?” “Señor que yo conozca mis deseos”. También Él tiene un gran deseo respecto a nosotros: hacernos partícipes de su plenitud de vida.


En la vida de la Madre Cándida

La Madre Cándida fue una mujer de deseos, de grandes deseos, y, Dios, en el centro. «Deseo ser toda de Jesús«, «Deseo que vengan muchas niñas a nuestros colegios«, deseaba ir al fin del mundo en busca de almas, deseaba que fuéramos verdaderas Hijas de Jesús, deseaba…

¿Y tú?

¿Qué deseas? ¿Cuáles son los anhelos de tu alma? ¿Dónde están tus nostalgias de plenitud?

Lee o escucha aquí la catequesis completa.

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