Maria Inez llegó a Segovia con Sagrario de Andrés el día 5 de junio para realizar la visita canónica a esta comunidad durante unos días que hemos vivido con intensidad. Partió para Madrid el 10, de tal manera que pudo celebrar su cumpleaños con más Hijas de Jesús de España.
Como sabéis, el colegio centenario de Segovia hubo de cerrarse hace cinco años, pero se mantiene la comunidad, ahora ampliada, con dos grupos de hermanas. Uno reside en la vivienda anexa al colegio, donde fijó su estancia Maria Inez y tuvimos los encuentros comunitarios, y otra en una casa de la calle Juan Carlos I, a cierta distancia, a la que se desplazó un día la Madre General para hablar en su entorno con las allí destinadas.
Maria Inez tomó conciencia de la realidad de cada hermana y de las tareas que llevamos entre manos. También del momento socio-económico que vive la ciudad. En los ratos libres y en los paseos, que se ha impuesto para mantenerse con buena salud, ha disfrutado de la riqueza del patrimonio histórico y artístico de Segovia, así como de la belleza de su entorno natural.
Recibimos a Maria Inez… con el corazón abierto, receptivo, expectante… consciente de que Dios nos presentaba un hecho de gracia para enriquecernos, alentarnos, orientarnos, para confirmarnos en nuestra trayectoria de Hijas de Jesús: personalmente, en el encuentro individual y colectivamente, en los comunitarios.
En el tiempo dedicado a informar de la entera Congregación, por su reciente visita a Oriente, prefirió presentarnos la realidad de las Provincias de China–Taiwán e Índico–Pacífico, con las comunidades y personas que las integran. Para empezar fue muy pedagógico ubicarlas sobre un mapa de Asia para que nos hiciéramos mejor idea de dónde se encuentran exactamente, por ejemplo, las presencias de Myanmar, en Thailandia, y las de China continental… Las explicaciones de Maria Inez, apoyadas en la proyección del material fotográfico nos pusieron en contacto con aquellas Hijas de Jesús y sus interesantes proyectos apostólicos entre hermanos nuestros que tanto necesitan de su ayuda. Que Dios las bendiga y multiplique en abundantes frutos su siembra evangélica.
En la charla comunitaria, uno de los actos importantes de la visita, nos ofreció su rica visión de la vida consagrada en el hoy de la Iglesia, observada con agudeza, con amor, con buena documentación… nos hizo partícipes de sus reflexiones, de su visión de futuro partiendo de la realidad congregacional y de la particular de esta comunidad de Segovia. Le agradecemos la amplitud de horizontes que se desprende de su discurso.
Celebramos con gozo y sencillez su cumpleaños. Eucaristía a las nueve, visita turística de Mª Inez, acompañada de algunas hermanas, con subida al campanario de la vecina catedral para contemplar desde lo alto toda la ciudad y el verdor de sus alrededores. Mesa a las dos de la tarde, con menú de día de fiesta: bizcocho, especialidad de la casa, incluido. Sobremesa, que nos hubiera gustado más larga, casi hasta que llegó Sofía Contreras para llevarse a las viajeras de regreso a Madrid. La despedida fue corta, pero sentida. Sincera y cariñosamente le agradecemos todo lo que nos ha aportado en el campo de las ideas, pero sobre todo con el testimonio de su vida.
La comunidad de Segovia