El pasado 27 de diciembre recibimos carta de la Superiora general. En ella, después de hacer referencia a la liturgia del día,
Ayer celebrábamos la fiesta de Navidad, el Dios con nosotros, el Emanuel… Hoy la liturgia nos invita a celebrar la fiesta del primer mártir, San Esteban. La alegría que caracteriza el nacimiento del Señor parece empañada por la memoria de la muerte de un fiel seguidor suyo.
nos comunicaba los siguientes nombramientos:
Maestra de Novicias a la H. Francisca María da Conceição. Sustituye en el este servicio a la H. Altagracia Iris González, a la que agradece su capacidad de formar con ilusión y entusiasmo.
Iris regresa a República Dominicana, y ha sido nombrada Superiora de la Comunidad del Sur en esa Región.
Superiora local de Mozambique a la H. María Aparecida Ramos Queiroz, quien hasta este momento era la vicesuperiora.
Dice a propósito de nuestra presencia en Mozambique:
Oportunamente compartiremos otros pasos que estamos dando en Mozambique. Está siendo de mucho provecho el encuentro con las hermanas. Y es de valorar y agradecer que estas hermanas permanecen allí aun cuando sus vidas están en peligro. La violencia sigue acercándose cada vez más a nosotras y no se detiene en su fuerza cruel.
Presidenta del Patronato de FASFI: la H. María Teresa García Román continuará acompañando a la Fundación solidaria de las Hijas de Jesús.
La H. Magdalena Medina, de República Dominicana, ha sido enviada a Bogotá donde hará el doctorado en Teología en la Universidad Javeriana, aunque continuará perteneciendo a la Provincia de Brasil-Caribe.
Nos habla de la readmisión a la Congregación de Cinthia Malaquías Rodrigues, de Brasil. Y termina haciendo referencia, cómo no hacerla, al Año Jubilar que comenzamos el pasado 8 de diciembre:
El mes de diciembre nos trajo muchas novedades y entre ellas el inicio de nuestro año Jubilar, la Vigilia y la Eucaristía del día 8 nos han unido a la entera Congregación y a la gran Familia de la Madre Cándida. Permanezcamos en estos sentimientos de alegría, de unión y de esperanza, esa que queremos llevar a los demás y regalarnos entre nosotras. Concluyo con la misma carta de la M. Fundadora: “Redoblemos nuestras oraciones al Señor, para que por la intercesión de la Purísima Madre y San José nos lo conceda”.