loader image

The poor teach us to read the gospel

December 26, 2020

Ayer celebramos la Navidad y hoy la liturgia nos invita a celebrar san Esteban protomártir (el primer mártir de la Iglesia). El Módulo 5 de la formación en Líderes para una vida consagrada en un mundo en gestación, de las uniones de religiosas y religiosos UISG USG aporta sentido también en este tiempo de Navidad, porque seguir a Jesús tiene un coste para quienes son llamadas o llamados a ser líderes, liderar proféticamente.

En este último módulo, titulado “Los pobres nos enseñan a leer el evangelio” vamos a encontrar tres partes:

1ª Reflexión orante sobre el coste de vivir un liderazgo profético.

2ª El compromiso con los empobrecidos. Pensar y gestar un mundo abierto. Cómo se puede lograr como opción colectiva, organizacional.

3ª Tiempo de reflexión sobre lo que significan los finales, los cambios en la vida organizacional y en el liderazgo, en la vida de una persona o en la de una organización.

Como siempre, os dejamos algunas notas que pueden ayudar para seguir el vídeo.

1ª Parte: ¿Cuál es el coste de vivir un liderazgo profético?

Desde la imagen de Jeremías (“Me sedujiste y fui seducido…”),  un profeta que se siente tan seducido por Dios que no le queda más remedio que seguir esa voz.

Los profetas son poetas porque reformulan lo que está en juego en tiempos caóticos, describen el mundo de manera diferente, según su don propio, desde el corazón. Lo describen de tal manera que parece que nos abren los ojos, que nos ayudan a percibir lo que no habíamos percibido.

La poesía es tan importante porque sigue abriéndose y abriéndose, y abriéndose, mientras que las doctrinas se cierran y cierran, y cierran, hasta que te quedas sin nada que tenga algún poder transformador.

Los profetas se sitúan en la frontera de los sistemas. Desde dentro pero en la  frontera. Han aprendido las reglas y comprenden y respetan el sistema, pero no necesitan protegerlo, defenderlo o promoverlo. “Desde la frontera amo tanto el interior como el exterior de mi grupo. He aprendido a moverme entre estos dos amores”. (Richard Rohr)

El líder no tiene que estar siempre en el centro del sistema. Puede estar allí donde se juega el intercambio.

El mensaje de los profetas es fuerte, claro y explícito como el sonido del “shofar” (cuerno). Es lo que queda cuando ya no hay palabras que decir. El profetismo se alimenta de la Fuente.

2ª parte: Pensar y gestar un mundo abierto.

Es peligroso esto de ser líder si el líder se toma en serio la Palabra de Dios, el evangelio.

¿Qué liderazgo para un mundo en gestación? El punto de partida va a ser el de la Visión. El nombre del módulo, los pobres nos evangelizan, no es una estrategia. El acercamiento a los márgenes es una dirección, una visión, es el para qué. Los profetas son capaces de despertar al pueblo con sus palabras y con sus signos, con sus hechos. Hacían cosas insólitas que hacían que la gente se preguntara qué nos está queriendo decir con eso. Capacidad de despertar, de transmitir una visión, saben lo que quieren y se comprometen con el coste incluido.

La visión se conjuga con el mantenimiento. Preguntarnos cuánto tiempo dedico a la visión y cuánto al mantenimiento. Es muy fácil que el mantenimiento se lleve la mayor parte del tiempo. Es muy importante el equilibrio. “Sin visiones proféticas el pueblo decae. (Pro 29,18)

La labor del líder es mantener viva la visión. Esa visión profética que nos viene del evangelio. Una comunidad de hermanos. Parte de la visión es qué significa esta visión en el mundo de hoy. Entender cómo funciona este mundo para no actuar con ingenuidad y entender cómo funcionamos nosotros. Educar nuestra percepción y nuestra lectura de lo que ocurre.

Hablamos de seis etapas en las culturas y civilizaciones. Estamos en la era de la decadencia. Trump como símbolo. Estamos en un momento de post-verdad (desinformación y dudas), post-democracia (lo que se construyen son arquitecturas de separación, se generaliza la polarización, el tribalismo y se fomenta el odio) y post-humanidad (se aviva tanto el fanatismo como el miedo). Es una estrategia para ganar adeptos por el miedo, no por la razón. Hay fuerzas muy poderosas detrás, grandes compañías que ven peligrar sus negocios. Harán lo que sea al coste que sea.

Para transformar estas condiciones actuales, tres pasos o características en las que trabajarlo A NIVEL PERSONAL:

Permite que los datos te hablen, escucharlos con humildad. ¿Eres capaz de escuchar con humildad?

Construye arquitecturas de conexión. ¿Puedes sentir al sistema desde los márgenes? Ver al mundo desde el punto donde es más débil. Desde el centro no ves más que tu propio ombligo, desde la periferia lo ves todo con los pies donde tienen que estar.

Activa la confianza en la acción. ¿Puedes sentir y actualizar el futuro mientras emerge? ¿Te puedes comprometer a activar y a hacer realidad esas novedades que ya emergen y que son el signo del mundo nuevo? Ir promoviendo lo que ya está emergiendo.

Desde el ciclo de la ausencia al ciclo de la presencia. Las preguntas son muy personales e invitan a dar un paso: salir de la zona de confort y salir al lugar donde surge lo mágico, donde se da el milagro.

A NIVEL COLECTIVO:

– Frente a la desinformación y la duda, nuevas estructuras de aprendizaje donde se tenga en cuenta a toda la persona y todo el sistema.

Nuevas infraestructuras democráticas más directas, distribuidas, dialógicas. Ensayos de una democracia directa, de construir las cosas entre todos donde todos están implicados.

Nuevas infraestructuras económicas, un desplazamiento de la economía del ego al eco.

Cambiar ese círculo destructivo por un círculo que es evolutivo, que termina en evolución, no en la destrucción y el trauma.

Esto es lo que viene promoviendo el Papa Francisco desde el comienzo de su pontificado. Es su visión como líder.

– Pensar y gestar un mundo abierto. Pasar de una cultura del descarte a una cultura del encuentro.

– Importancia del diálogo y la amistad social.

– La política para el bien común y la economía al servicio de todos.

– Caminos de reencuentro.

– Nuevas infraestructuras de aprendizaje (Pacto Global por la Educación). Cambio de mentalidad.

– Iglesia en salida, evangelizadora, samaritana.

– Parir un mundo nuevo donde haya lugar para todos.

¿Quién eliges ser? “¿Qué dejaste pasar a través de ti?” (Christiane Singer)

3º Cambios, finales y transiciones en la vida organizacional y en el liderazgo

Somos parte de un mundo en transición. Numerosos procesos globales están siendo revelados y acelerados por la pandemia.  Esto impacta en las personas y en las organizaciones. Diferenciar cambio de transición.

El cambio es situacional, es externo: la nueva estructura, la nueva directora… La transición es psicológica: es el proceso que vive una persona para gestionar e integrar el cambio que ha tenido lugar.

En el cambio, no descuides la transición. No descuides el impacto psicológico en las personas y en la organización. Gestionar el cambio con éxito requiere que los líderes se ocupen eficazmente tanto del aspecto estructural del cambio como de la dinámica humana (emocional, psicológica y espiritual) de la transición.

¿Qué sentimientos te habitan cuando llega el término de una etapa significativa, cuando concluye un proyecto en el que has estado muy involucrada o cuando me adentro en una fase de transición? La experiencia de llegar al final de un proyecto desencadena en mí toda una serie de interrogantes y sentimientos que conviene nombrar. Me hace recordar otras experiencias pasadas, otros finales; me interrogo sobre lo que realicé; tomo conciencia de lo que podría haber hecho y no hice; necesito saber asumir tanto el desencanto como el agradecimiento; me preocupa la imagen  el recuerdo que dejo; me pregunto sobre la reputación (buena o mala) que me he ganado.

Algunos mecanismos (conscientes o inconscientes) para hacer frente al cambio

– Final prematuro. Emocionalmente adelanto la fecha.

– Final negado: hacer como si no hubiera acabado.

Para ciertas transiciones necesitamos ayuda, necesitamos acompañamiento.

Cambio organizacional y transición. ¿Cómo ayudar a personas según en el momento de la transición en el que estén?

Tres tipos de cambios sistémicos que ocurren en una organización: 

– Cambios explícitos: normas, prácticas, flujo de recursos

Semiexplicítos: relaciones y conexiones, dinámicas de poder. Van más al fondo, tocan la dimensión relacional, no necesariamente personal. Son cambios más complejos y que pueden proporcionar más energía transformadora.

Implícitos: modelos mentales. Lo que de verdad nos cambia es el cambio de nuestro modelos mentales, es un cambio transformativo.

Los tres son necesarios, no hay que descuidar ninguno.

¿Y mi experiencia de Dios en todo esto, en el cambio, en la transición?

Nos decía el Papa en la homilía de Nochebuena: “Dios viene al mundo como hijo para hacernos hijos de Dios”. Esta es la experiencia carismática fundamental de las Hijas de Jesús, ser hijas en el Hijo.

Dios viene al mundo como hijo para hacernos hijos de Dios. ¡Qué regalo tan maravilloso! Hoy Dios nos asombra y nos dice a cada uno: “Tú eres una maravilla”. Hermana, hermano, no te desanimes. ¿Estás tentado de sentirte fuera de lugar? Dios te dice: “No, ¡tú eres mi hijo!”. ¿Tienes la sensación de no lograrlo, miedo de no estar a la altura, temor de no salir del túnel de la prueba? Dios te dice: “Ten valor, yo estoy contigo”. No te lo dice con palabras, sino haciéndote hijo como tú y por ti, para recordarte cuál es el punto de partida para que empieces de nuevo: reconocerte como hijo de Dios, como hija de Dios.

Este tiempo de Navidad es tiempo propicio para, mirando a Dios hecho Niño, pedir la gracia de volver a reconocerme como hijo de Dios, como hija de Dios. Y dejar que esta experiencia fundante transforme mi liderazgo allí donde me corresponde llevarlo a cabo. Entonces sí entonaremos desde el corazón: ¡FELIZ NAVIDAD!

Módulo 1

Módulo 2

Módulo 3

Módulo 4

Documentos del curso.

Vídeo módulo 5

Relacionados