Hoy, sábado 9 de octubre, hemos celebrado el Encuentro de Educadores de la escuela de la Madre Cándida, organizado dentro del marco del Año Jubilar por los 150 años de la Congregación. Ha coincidido en el mismo día en que la Iglesia comienza el sínodo, «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión». Nuestro encuentro ha querido ser también una respuesta a este hacer camino juntos.
La invitación se hizo a través de las Provinciales a los centros de sus Provincias. El número de participantes máximo por centro era de 10 educadores, con la sugerencia de que no faltaran las Directoras/es.
Nos hemos reunido cerca de 400 educadores de las Escuelas de la Madre Cándida, con representantes de 58 centros educativos. Un buen número eran de escuelas «nuestras», de las Hijas de Jesús. El resto, de escuelas que dirigimos nosotras o que llevan nuestro sello, como Fe y Alegría de Bolivia, las de República Dominico o los colegios de la Fundación Educativa Jesuitinas de España. Fueron invitadas también Mozambique y Cuba. Han participado los dos Colegios Mayores Universitarios de España, un internado de Bolivia y otro de Bangladesh. Éstas son obras educativas un poco diferentes de las anteriores.
En su saludo, la Superiora General, Graciela Francovig, nos situaba en el objetivo del encuentro y nos invitaba a hacerlo desde dentro:
Hoy queremos dar inicio a una red, queremos responder a la Llamada de la Congregación General XVIII.
Nos detenemos a ESCUCHAR INTERIORMENTE esta llamada, a recordarla: “Promover la unión y articulación, a nivel universal, de los educadores de las escuelas que siguen el modo educativo de la M. Cándida, para reflexionar sobre los retos educativos que nos plantea el mundo actual y proyectar caminos de futuro. Será ayuda para que nuestras escuelas ganen fuerza evangelizadora y se abran a una educación con horizontes más amplios”.
Dejamos que resuene de nuevo en nosotros como la primera vez que la escuchamos. ¿Cuál fue tu reacción, qué surgió en ti? E hicimos silencio para recordarla, la compartimos y comenzó a construirse la comunión. Recogió Graciela tres palabras: misión, compromiso y alegría. Y, después, nos ha invitado a escuchar el evangelio del día: «Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen». Es una invitación a la misión con la promesa de que Jesús nos alentará en las búsquedas.
Tenía otras dos bonitas coincidencias el día de hoy.
Es sábado, que nos recuerda a María, y es día 9, el de nuestra Fundadora. Como ellas, cuando cada uno escuchamos lo que Jesús pone en el fondo de nuestro corazón y educamos y vivimos y acompañamos desde ahí… somos felices, aunque tengamos muchas dificultades o eso nos traiga problemas. Jesús también los tuvo. Recibimos la confirmación de Dios en nuestra misión con el don de la paz.
Así, con el corazón dispuesto, continuamos nuestro encuentro con las dos ponencias: Los retos educativos que nos plantea el mundo actual y La escuela de la Madre Cándida.
Primero, Juan Antonio Ojeda Ortiz, fsc, Responsable de Proyectos de la OIEC (Oficina Internacional de la Educación Católica) y Consultor de la Congregación para la Educación Católica, tras un breve análisis de la educación actual, nos expuso los retos educativos de nuestro mundo, en general, y para la escuela católica en particular. Los apuntó a modo de decálogo.
1.- Diagnosticar y comprender cuál es el estado real de la educación que ofrecéis en vuestros centros, aulas, pasillos, patios…
2.- Afrontar el cambio desde una óptica colaborativa, trabajando juntos y en red, involucrando a todos los agentes de la comunidad educativa (Directivos, docentes, familias, niños/jóvenes, colaboradores…), contando también con el contexto.
3.- Docentes de alma, comprometidos con la educación como bien común, capaces de “iluminar, bendecir, vivificar, levantar, sanar, liberar” (EG, 273).
4.- Poner a la persona en el centro de su aprendizaje, facilitando su participación activa y su colaboración, empoderándolos para que transformen sus vidas y sus contextos.
5.- Una escuela en salida, capaz de ir y de llegar a las periferias internas y externas a la propia escuela o centro educativo, llegando a los más débiles, vulnerables y necesitados, evitando las desigualdades y el descarte…
6.- En este escenario, el Pacto Educativo Global se nos presenta como una oportunidad y un compromiso para cambiar la educación y responder a las necesidades y desafíos de hoy y mañana, trabajando juntos, para cambiar la sociedad, para que sea más humana, fraterna, solidaria y sostenible.
7.- Generar una comunidad cristiana referencial, que sea el corazón de la escuela.
8.- Innovar y experimentar, no por moda, sino por compromiso para mejor servir y educar.
9.- Una escuela conectada a la vida.
10.- Cambiar la educación comporta ser capaces de modificar y enriquecer el currículo.
TEXTO COMPLETO y PRESENTACIÓN PPT
Tras la intervención de J.A. Ojeda, tuvimos 5 minutos de reflexión personal para subrayar, desde la propia experiencia, a qué desafíos se siente llamada a responder nuestra escuela.
A continuación, Mª Teresa Pinto Terradillos FI, Consejera general y responsable del ámbito de Educación en la Congregación, hizo una exposición sobre «La escuela de la M. Cándida». A partir de los Consejos a las Maestras que dejó escritos nuestra Fundadora, algunos iluminados por las Constituciones de las Hijas de Jesús, Teresa fue comentando acentos que la M. Cándida imprimió en nuestras escuelas.
Las HH. que estudiaron la pedagogía de la M. Cándida vieron tres ejes en ella: la mayor gloria de Dios, el amor a las colegialas y la educación cristiana de la virtud, comenzaba diciéndonos. Estos tres ejes se van encontrando en los Consejos que Teresa presentó en tres bloques: el método, la persona (el alumno, los padres, las maestras, los líderes, el equipo) y el lugar de la fe y la religión en la escuela de la M. Cándida.
Expresados con las palabras de su tiempo, Teresa encuentra en sus Consejos referencias a la inteligencia emocional, los líderes, el trabajo en equipo, la ecología integral… y afirma: «¡Parece que la Madre Cándida no andaba lejos del Pacto Educativo Global!
Concluye su ponencia mirando al futuro y afirmando con Javier Cortés, SM: “Los grandes retos a los que nuestro alumnado se va a enfrentar en los próximos decenios van a ser fundamentalmente de tipo ético”. Y recordó lo que bien sabemos, que la principal Materia que transmitimos los Educadores es lo que vivimos desde dentro y esa los alumnos la captan sin ningún esfuerzo.
Nos propuso dos preguntas para el trabajo de los equipos:
Después del siempre enriquecedor trabajo por grupos de idiomas, tuvimos la puesta en común en la que participaron espontáneamente algunos secretarios. Entre los ACENTOS más repetidos fueron la cercanía al alumno, educar la entera persona y hacerlo desde la vida. Para esto nos hace falta ser educadores con alma e intensificar la formación espiritual en el carisma.
Y algunos MEDIOS que se han sugerido para crear la red universal: equipos que sigan impulsando la red, usar las posibilidades de las tecnologías, compartir experiencias y materiales, generar una estructura pequeña que nos vincule y mantenga…
Recogía Graciela al final:
Me gustó mucho que haya salido el tema de la persona del alumno en el centro. Agregaría el educar a la entera persona y para la amistad social, la convivencia y las relaciones, ya que hoy está tan necesitado nuestro mundo de esto.
Los últimos minutos los reservamos para hacer examen ignaciano del encuentro. Es volver la mirada a lo vivido durante estas tres horas. Vamos hacia el fondo de nosotros mismos, necesito ayuda y se la pido a quien me la puede dar. «Ven conmigo, dame la mano y dime cómo has estado conmigo en este rato, en lo que he oído, en lo que he sentido, en lo que he deseado, en lo que he compartido». Y leo los sentimientos que han aparecido en mí en estas horas y me paro en el sentimiento más fuerte, más potente. Y capto a qué me lleva, a qué me empuja. Y lo compartimos de nuevo en el chat: gratitud y compromiso; desafío y deseo de hacer red; alegría y ánimo; agradecimiento, sintonía; verdadero cambio desde dentro; comprometida…
A cada centro le queda la tarea de descubrir por dónde nos señala Dios el camino, mirando a la realidad en la que estamos y escuchando al carisma que hemos recibido, personalmente y como Cuerpo. El Gobierno general se compromete a continuar el camino comenzado ya en el sexenio anterior.
El lunes volvemos a nuestros colegios, pero sabemos que no vamos solos. La red ha comenzado a tejerse. Gracias a todas las personas que habéis estado, que habéis compartido, el interés que ha habido. Le pedimos al Señor que nada de esto se pierda, que sea Él quien nos empuje a seguir haciendo camino.
Hasta el próximo encuentro.
Equipo Internacional de Comunicación