En camino sinodal desde Roma
Es ya un tópico decir que el tiempo vuela, pero es así de real. El proceso sinodal sigue su ritmo y nos va aproximando a la Asamblea de la primera etapa, octubre 2023, a una velocidad que no podíamos imaginar cuando comenzamos en los primeros días de octubre de 2021.
Ahora se nos ha hecho todo más cercano al haber terminado las fases señaladas en el proceso: diocesana, continental y tener en nuestras manos el documento-síntesis de las 7 asambleas continentales, que será el Instrumentum Laboris para la citada Asamblea.
Y ésta sí que es una gran novedad del Sínodo de la Sinodalidad, porque en los anteriores cuando llegábamos al aula ya se nos entregaba un documento preparado y a partir del cual se iniciaban los trabajos.
Ahora podemos decir que es un documento verdaderamente sinodal, hecho por muchas manos, ojos y corazones, porque la invitación a participar ha sido universal, como la iglesia, y nadie que haya querido aportar su grano de arena se ha visto impedido.
Quizá por eso está teniendo buena recepción, porque nos sentimos reflejados en lo que se ha recogido, somos y nos sentimos parte protagonista de su elaboración y al haber participado -parece un juego de palabras- nuestro sentido de pertenencia a la iglesia crece, se hace más adulto, más corresponsable, con esa lucidez crítica de querer aportar para una iglesia más evangélica, o lo que es lo mismo, más inclusiva y acogedora hacia todo tipo de personas.
Ya se ha presentado dicho Documento en muchos foros y se sigue haciendo, de tantas maneras hoy posibles, lo cual demuestra el interés por conocerlo y adentrarse en él para seguir aportando hasta octubre.
Es verdad que siguen estando presentes algunas voces de crítica negativa, de resistencia pasiva, de omisión, de ataque también, es parte del camino, de la pluralidad, pero no deben detener la marcha de un proceso que se va abriendo paso a la luz y bajo la fuerza del Espíritu.
Seguimos escuchando gritos y susurros de nuestro mundo que claman por una iglesia más acogedora de esos mensajes, mas atenta a que los dolores y gozos del mundo sean suyos.
Estamos a la espera de que se comuniquen los nombres de los participantes en la próxima Asamblea Sinodal de octubre y mientras tanto ya se anuncia la Vigilia Ecuménica de oración que se celebrará en la Plaza de San Pedro el 30 de septiembre, con invitación universal.
Después, los días 1, 2 y 3 de octubre los participantes en la asamblea tendrán jornadas de retiro espiritual como preparación a la misma. La misma tendrá lugar en el Aula Pablo VI, preparada para la ocasión con mesas redondas que facilite la conversación, espiritual, la escucha y el discernimiento, elementos que no pueden faltar.
María Luisa Berzosa González, FI
