Con motivo de la fiesta de la Vida Consagrada, que la Iglesia celebra el 2 de febrero, Mª Inez Furtado, FI, Superiora General ha colaborado con el número especial de la revista Vida Religiosa. En esta colaboración se le pedía que contestase a tres puntos de interés sobre los retos que tiene la vida consagrada hoy: Qué le parece urgente, subrayable y necesario.
La respuesta a esas tres cuestiones es directa y sin rodeos. Al contestar a la primera termina su reflexión invitando a los religiosos de esta manera: « Qué tal si acercamos la vida religiosa a este sueño propio de nuestra vocación: ser ‘lugar’ donde la gente puede llamar a la puerta y encontrar un pequeño aliento de vida.»
A la general de nuestra congregación le parece que la vida religiosa tiene un punto de especial importancia: «A nosotros [los religiosos] nos toca ser especialistas en testimoniar la primacía de Dios y aprender, en cada tiempo y lugar, a comunicarlo de modo inteligible.»
Por último, María Inez considera que, en el siglo XXI, para la via religiosa es «Necesario es caminar en comunión. […] ¡Qué linda la vida religiosa cuando aprende a ser Iglesia!»
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