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Mantenernos en lo esencial de la Vida Consagrada

Jul 7, 2017 | América Andina, Hijas de Jesús, Noticias, Vida Religiosa

Graciela Francovig fi, Superiora Provincial de América Andina, acaba de publicar su última carta circular, la nº 50, en la que invita a reflexionar sobre la vida consagrada hoy: ¿A qué es llamada hoy la VC? ¿Qué es aquello específico de nuestra vocación que nos urge cuidar? En el hoy ¿a qué no tenemos que ser sordas, sino prestas y diligentes? «En esta misma línea, relacioné lo que nos ha dicho la CBR (Conferencia boliviana de religiosos), a partir de una reflexión sobre mística y profecía, ahondando en el aspecto de la mística, donde hoy tendríamos que poner más cuidado. ¿Cómo podremos ayudarnos para comunicar la belleza del encuentro con Dios y la profundidad de la fe? Quizás sean aspectos en los que siempre tenemos que prestar atención, para no apartarnos de lo esencial en nuestra vida: “estar con Él, vivir en común-unión con las demás y ser enviadas a los prójimos”.

De esta forma, Graciela Francovig recuerla la carta circular 87 de nuestra Superiora General donde nos hacía una reflexión y cuestionamientos –entre otros-, sobre la fe. Nos invitaba a la comunicación de nuestro relato creyente; nos recordaba que nuestro patrimonio espiritual tiene que quedar purificado en una constante vuelta al Evangelio de Jesús, y a los signos de su presencia en el mundo en el que nos toca vivir. «Nos iluminó sobre nuestra fraternidad –tan desafiante para el mundo actual- para que nuestros vínculos se fortalezcan por la comunicación de los bienes del Espíritu que es de donde va a nacer la comunión entre nosotras. Y nos interpeló a creer en la “buena nueva” que brota de esa comunicación de fe en común para testimoniar algo nuevo y evangélicamente atrayente».

Así, se despide Granciela Francovig acogiendo a la nueva Superiora Provincial, Marlene Serrano Ardila, que iniciará su gobierno el próximo 16 de julio. «trabajaré con Marlene para hacer la comunicación o traspaso del momento en el que está la Provincia, y todo lo que ella de mi pueda necesitar. Trabajaré personalmente con ella y también con la Secretaria provincial en lo que sea necesario. Creo que podemos ofrecer nuestra ayuda en los momentos iniciales», asegura.

«Estrenamos un tiempo nuevo y la novedad siempre nos trae vida. Ese camino que hicimos juntas como Provincia estamos llamadas a seguirlo cuidando. Este es un tiempo en el que todas estamos invitadas a brindar nuestra ayuda y colaboración, a ser corresponsables y disponibles; este es un tiempo para pedir y acoger la gracia de la unión y de aprender a caminar humildemente con nuestro Dios».

Con la ternura y amabilidad que la caracterizan, Graciela termina su carta de esta manera:

«Ya al final quiero agradecerles por el camino que hicimos juntas en estos seis años en la Provincia; la gran colaboración que tuve de todas, la acogida y la fraternidad de hermanas y laicos de estos cinco diversos países. Agradezco a las Superioras que fueron gobierno conmigo en el proceso de reconfiguración, como en la puesta en marcha de las comunidades ampliadas; a las hermanas de mi consejo, que fueron de verdad consejeras, ayuda en el discernimiento y toma de decisiones. Quiero agradecer a Dios los momentos de oscuridad y dificultades que no me faltaron y que, creo, me fortalecieron en la fe, la caridad y la humildad. Siempre intenté dar lo mejor de mí para que el Cuerpo, en esta parte, crezca en su buen ser.
Quiero tener un especial agradecimiento a la H. Teresa Ramírez, la Secretaria provincial. Esta hermana que  ha sido  “memoria, manos y pies de la Provincial”. He tenido mucha suerte en tenerla en este servicio como Secretaria por su eficiencia, su gran colaboración y su ser de Hija de Jesús, una hermana con un poco más de experiencia vital que yo. Hemos aprendido a trabajar juntas, pues somos muy distintas. ¡Y hemos visto que es posible! Ella supo traducir el deseo de la Provincial en su oficio de secretaria y así colaboró y ayudó a la unidad. 
Y deseo expresar también mi gratitud a las HH de la Casa provincial en Cochabamba. Volver a casa ha sido fuente de alegría y amistad para todas ¡La Casa provincial fue Betania para mí, siempre! Gracias, hermanas y gracias Bolivia por cuánto me ofrecieron.
Finalizo este servicio contenta, consolada, en paz y con mucha confianza en las Hermanas que hoy asumen el gobierno de la Provincia, para continuar buscando en todo el bien de los prójimos. Por mi parte, si bien sé que voy enviada a Argentina espero de la Superiora Provincial el lugar donde se concretará ese envío. Por lo pronto, del 22 al 30 de julio, haré mis EE en Córdoba, para cerrar esta etapa y dar comienzo a otra con ilusión y esperanza.
Seguimos unidas, en lo que siempre quise ser como Provincial, “una hermana entre las hermanas”. Con cariño y gratitud fraterna, en esta mi última carta circular».

Hijas de Jesús
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