El 29 de junio 2024, Fiesta de los Apóstoles San Pedro y San Pablo, las tres novicias de la Provincia Asia Oriental: Teresa Tian Chunjie, Mary Wang Pengzhe y Emerenciana Damur (Anjie) hicieron sus primeros votos en la Capilla de Manresa Retreat House, Manila. Concelebraron 4 sacerdotes y muchos religiosos de diferentes congregaciones asistieron a la Eucaristía. Las Hijas de Jesús de la Provincia Índico-Pacífico no faltaba en dándonos su apoyo y presencia. Vinieron también algunos familiares, bienhechores, conocidos y laicos.



Las nuevas junioras nos comparten su agradecimiento al Señor y a todos.
«Señor, soy un sacrificio vivo, ya no me pertenezco a mí misma». Este frase siempre me ha acompañado en la preparación antes de hacer los votos, y también me hace recordar constantemente: todo lo que tengo le pertenece a Él y será usado por Él.
Al hacer los votos, siento gratitud, alegría y confianza profunda en mi corazón. Agradezco a Dios por llamarme y por amarme generosamente. Siento profundamente que esta llamada es una gracia gratuita y un regalo. Agradezco también a las hermanas de la comunidad por su arduo trabajo y todos los preparativos. Agradezco a mi familia su apoyo silencioso.
Estoy alegre porque ya no cuento conmigo misma, sino con mi confianza total en Él, lo que me hace más feliz y libre en este camino. Me pongo completamente en Sus manos, dejo que Él me guíe, que Él continúe moldeándome, para seguir sus pasos y avanzar hacia la misión con Él.
En todo, amar y servir.
Teresa Tian Chunjie


“No me elegisteis vosotros, sino que yo os elegí y os designé para que vayáis y deis fruto y fruto permanente; así, todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, os lo dará” (Jn. 15, 16)
Frente al Cuerpo y Sangre de Cristo hice los votos de amor, pero Jesús tomó la iniciativa en todo: Él me llamó primero, Él me amó primero, me aceptó y me perdonó incondicionalmente. Como se experimenta en los Ejercicios Espirituales: no es lo que he hecho o lo que tengo que Él me ame, sino que soy amada por Él, y a través de mis primeros votos, respondo a Su amor de seguirlo con mis limitaciones y debilidades, mis anhelos y agradecimiento.
Durante todo el proceso de preparación para esta ceremonia de los primeros votos, experimenté más verdaderamente este amor de las hermanas que me acompañaron y de las hermanas de la comunidad. Su actividad, alegría, dedicación y disposición me hicieron sentir bendecida y profundamente agradecida a ellas. Como mis padres estaban aquí, no pude ayudar mucho, pero las hermanas hicieron generosamente todo. Si Dios nos invita a menudo a buscarlo y encontrarlo, entonces la comunidad en la que vivo debería ser lo primero en lo que una pueda encontrar a Dios.
Hacer los votos primeros es un fin y al mismo tiempo un comienzo, a ponerse abierta, valiente y confiadamente en las manos de Dios y cooperar con la gracia a vivir, a servir y a amar.
Mary Wang Pengzhe


En la Eucaristía de este día, quiero compartir diferentes sentimientos: gratitud, felicidad, alegría y alivio. La razón de estos sentimientos es porque me doy cuenta de que mi vida y mi vocación son regalos de Él, y mi vida es bendecida y amada por Él, apoyada por Él. La vocación ya no es mía, es Su don gratuito.
Su llamada y misión no pueden separarse. Estar aquí hoy es su llamada, una respuesta gratuita a Él. Así como Mateo 10:8, «Sanad enfermos y resucitad muertos… echad fuera los demonios; los diste gratuitamente» Esta frase está llena de sueños y me empuja a compartir su amor. «Nuestra vocación es… vivir en todas partes del mundo, sirviendo a Dios y ayudando a las almas… tanto en el ámbito cristiano como en el no cristiano (CFI 189)»
Habrá dificultades en diferentes culturas, pero hoy me siento enriquecida y lo aprecio más, especialmente por la cultura china. Habiendo vivido con las hermanas durante más de seis años, puedo experimentar como ellas sirven como luz del mundo y sal de la tierra para la Iglesia china. Estoy orgullosa de nuestra presencia allí.
Cuando estaba haciendo mi profesión, confío más en el Padre. Al mismo tiempo, tengo una conciencia más profunda de mis propias limitaciones. Como dijo la Madre Fundadora: Tú sola no puedes hacer nada, pero con Dios puedes hacer todo. También me di cuenta de que Su presencia conmigo es concreta, por medio de la familia, los sacerdotes, los bienhechores y las hermanas que me acompañan en la Congregación.
Las palabras de la Provincial hoy me dieron mucho aliento. No importa las dificultades y desafíos que hayan, ¡no tengas miedo y sigas adelante! Aprendas también a pedir ayuda y a ser humilde
Emerenciana Damur (Anjie)
