Hemos recogido ya con anterioridad en esta página, el encuentro de “Párrocos para el Sínodo”, una reunión internacional de más de 200 párrocos de los diversos continentes, reunidos en Roma para afianzarse en el espíritu sinodal y poder ser mejores embajadores desde sus parroquias al resto de la iglesia.
Pero el tiempo no se detiene y estamos estrenando el mes de julio y se asoma en el horizonte, cada vez más cercano, la Asamblea sinodal de Octubre 2024.
Se necesita partir de un documento de trabajo, el Instrumentum Laboris 2, para cuya elaboración se han reunido el pasado mes de junio, una veintena de teólogos y teólogas llegados a Roma desde los diversos continentes. El trabajo ha estado coordinado por la Secretaría General del Sínodo. Al terminar las sesiones que se desarrollaron del 4 al 14, el Cardenal Jean-Claude Hollerich sj, Relator General de la XVI Asamblea expresó “¡Las semillas de la iglesia sinodal ya están brotando!”.
Y es que la mayoría de los informes muestran la alegría del camino recorrido que ha dado nueva vida a muchas comunidades locales y ha provocado cambios significativos en su modo de ser y vivir como iglesia.
Este grupo de teólogos -hombres y mujeres, obispos, sacerdotes, consagrados/as y laicos- ha trabajado sobre los 107 informes de las Conferencias Episcopales, Iglesia Orientales, USG-UISG y sobre las más de 175 observaciones, procedentes de realidades internacionales, universidades, asociaciones de fieles y personas particulares, además de los informes del grupo ya citado de párrocos.
Entre los informes recibidos hay alegría por la conversión realizada y el trabajo compartido, pero también sigue apareciendo preocupación por si las cosas no van a llegar a su destino o se impongan grupos de presión.
Es interesante saber que entre los temas que más se repiten están: la formación a la sinodalidad, el funcionamiento de los órganos de participación, el papel de las mujeres, de los jóvenes, la atención a los pobres, la inculturación, la transparencia y la cultura de rendición de cuentas por parte de quienes asumen un ministerio en la Iglesia, pero también la catequesis y la iniciación cristiana, la colaboración entre Iglesias, la figura del obispo, etc…. Estos informes son también ricos en testimonios.
El proceso de elaboración del Instrumentum Laboris continuará con otras etapas: en este momento, en el que se ha articulado el material recibido por el grupo de teólogos y teólogas, seguirán las fases de redacción del documento propiamente dicho y un sistema de amplia verificación hasta que el Consejo Ordinario apruebe el documento que será sometido al Santo Padre para su aprobación definitiva.
Si para la primera asamblea era importante resaltar la amplitud de los temas a tratar, el documento de trabajo para la sesión próxima, pretende desentrañar algunos nudos para dar respuesta a la pregunta Cómo ser una iglesia sinodal en misión, teniendo en cuenta el camino recorrido hasta ahora junto con algunas propuestas concretas para ayudar al discernimiento que se confía a los miembros de la Asamblea.
Hay camino por delante. Son momentos cruciales para seguirnos implicando en este caminar juntos. El Espíritu nos conduce y necesita nuestra colaboración. Ojalá el mismo Espíritu nos ayude a mantener esta tensión atenta y vigilante para no desfallecer en el intento y permanecer en este compromiso de ser y estar de modo distinto en la iglesia.
No olvidemos que la sinodalidad es la característica que va a marcarnos como iglesia en el futuro y éste se nos presenta como un horizonte apasionante para ser esa comunidad de acogida incondicional y misericordiosa, como nos recuerda Jesús en su evangelio.
María Luisa Berzosa González FI, Roma.