Busca un lugar tranquilo, aléjate de aquellas cosas que te puedan distraer y sumérgete en una lectura calmada de las respuestas a la pregunta: ¿Qué amaba la Madre Cándida? Te invitamos a explorar su legado y conectar con su amor a Jesús.
Teresa Pinto FI. Roma
Amaba a las personas, a los más débiles. Son muchas sus expresiones de cuidado y son constantes en sus cartas referidas a las enfermas. De la tradición nos ha llegado esta expresión de la M. Cándida: “Cuídense mucho, sobre todo las enfermas”.
Ella sabía por experiencia lo que es sentirse débil y enferma, querer y no poder. Quería ir a una casa, viajar, moverse, y en más de una ocasión la enfermedad la detenía.
Tenía experiencia de una pobreza radical y cuando a una le falta la salud le falta lo más básico y, cuando la tiene o la recupera, sabe reconocer que es recibida, que es la vida misma y, entonces, se reconoce el don.
La experiencia personal, la confianza en Dios -de quien recibe la vida y el sentido o misión que la empuja-, el Dios de Jesús, su historia… la llevan a los demás. Para ella son importantes las relaciones y las cuida.
La M. Cándida quería a las hermanas, se preocupaba por ellas, por su salud y sus fuerzas. Pero quería a mucha gente con la que tenía contacto, a la familia Sabater y a otras, a sacerdotes, a las alumnas. Sin importar su condición, y más cuanto más necesitadas las sentía, la M. Cándida amaba a las personas que iban pasando por su vida.
María de los Ángeles Sebastián Martínez FI. Casa Santíssima Trindade/Brasil
Amaba a Dios Padre con todo su ser, un Padre amoroso que era su fuerza, su seguridad y su certeza, y en Él basaba toda su espiritualidad de Hija.
Susi Magalhães, miembro del grupo MMC (Missionários Madre Cândida) Brasil
Lo que más amaba la Madre Cándida era el amor y la confianza de Dios. Este amor fiel hizo de ella una mujer fuerte, valiente, llena de fe, esperanza y conocimiento para refundar la educación a través de acciones dirigidas a los más necesitados y que hoy se traducen en sus comunidades en todo el mundo.
María Luisa Berzosa FI. Roma
Amaba todo y a todas las personas. Su corazón no tenía límites, era inmenso. Amaba sobre todo lo sencillo, lo insignificante, lo que no cuenta.
Amaba y se dejaba amar.
Comunidad de Madrid Mater Purissima.
- Un amor tan intenso a Dios que le impulsó a dar la vida por amor a los más necesitados.
- Una mujer sencilla, humilde con un amor tan profundo e intenso a Dios que le dio fuerza para arriesgarse y fundar una Congregación para la educación a los más pobres.
- La Madre Cándida amaba tanto a la Virgen que pone al Instituto bajo su amparo y repite a lo largo de su vida la frase de “Llevando siempre como estrella de nuestros caminos a María Inmaculada”.
- La M. Cándida se distinguió en la adhesión al querer del Padre y en la búsqueda de la gloria de Dios, rasgos de nuestra filiación.
- Cándida Mª cree, ama y espera en Dios y quiere transmitir al mundo entero la llama de su mismo ideal.
Sr. Joji Silorio FI. Manila, Filipinas
A la Madre Cándida le encanta estar al lado y ponerse del lado de los pobres y marginados como Jesús.
Comunidad Cochabamba – Bolivia
- Amaba ser hija y cuidar a las demás
- Amaba a la Virgen, que estuvieran alegres, a la Congregación
- Amaba a Jesús y a María como estrella y guía
- Amaba la voluntad de Dios
- Amaba a Dios como Padre
- Amaba la VIDA porque para ella la VIDA era Jesús y los demás
Ma. Salome Daphne Segura – St. James Catholic High School, Maasin, Iloilo, Filipinas
La Madre Cándida ama más a los pobres y necesitados, no sólo en lo material, sino también a los que son pobres espiritualmente».
Teresa García Román FI. Segovia
M.Cándida amaba hacer la voluntad de Dios en todo
Esther Sanz FI. España
Amaba la vida…tanto que entendía que si se entrega por amor, Dios la convierte de forma misteriosa en más vida, para más gente, en más lugares…
Krisna Cartagena Gregorios, educadora laica del colegio Manres
La Madre Cándida amaba a los pobres de espíritu. Siguiendo su ejemplo, yo también amo a los pobres de espíritu. Son los que están cerca del corazón de Jesús. Como la Madre Cándida, experimento mi nada de muchas maneras. Me he dado cuenta de lo mucho que necesito la gracia de Dios. A veces me encuentro inadecuada, limitada, vacía, necesitada y verdaderamente pobre de espíritu. Pero el Señor satisface mis necesidades y derrama bendiciones sobre mí. Me levanta cuando soy débil. Me consuela cuando tengo miedo. Me enriquece a Su manera. «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados». (Mateo 5:3-4)
Nazaret School. Comunidad de Mater Dei, Provincia del Índico-Pacífico
- Madre Cándida amó de la manera personal en que Dios, nuestro Padre, la amó a pesar de sus limitaciones e imperfecciones. En efecto, el amor de Dios es incondicional, incondicional y continuo. No hay nada que puedas hacer para que Dios te ame más y no hay nada que puedas hacer para que Dios te ame menos.
- A la Madre Cándida le encantaba «perder el tiempo, despreocuparse de estar con Dios» en la oración. Cuanto más tiempo pasaba en contacto con Él, más cerca estaba de Él.
- Madre Cándida amaba ser pobre, la manera de acercarse al estilo de vida de Jesús, pobre y humilde.
María Alejandra Fernández Alberti, vicedirectora del nivel Secundario del colegio Eucarístico de La Plata, Argentina,
Madre Cándida amaba a «sus pobres», «donde no hay lugar para mis pobres, no hay lugar para mi», decía. Ella tenía el deseo permanente de servir a los demás y a Dios, siempre poniendo su atención en quien más la necesitaba.
Este es el Amor de Madre Cándida que primero viene a mis recuerdos, cuando era pequeña y leía su historia, narrada en «La Niña del Caserío», recuerdo esta frase y este deseo de servir a los demás, que es algo que siempre me ayudó y me guió en muchas situaciones de mi vida.
Patricia Gavranic y Clara Iaconis, directora Nivel Secundario y coordinadora del Equipo de pastoral. Colegio Corazón Eucarístico de Jesús, La Plata Argentina
» … Donde no hay lugar para los pobres no hay lugar para mí…» . Hoy lo podemos traducir en » … donde hay excluidos la familia de las Hijas de Jesús deben estar presentes y trabajando por ellos…»
Isabel Vargas
La Santísima Trinidad.
Rosario Azcune
A Dios y a la Vida.
En el jardín de infantes de la ciudad de La Plata tenemos presentes muchas frases de nuestra Madre Candida por ejemplo: «Me gusta que estén alegres»,
«Yo sólo para Dios», ella desde su adolescencia sabía cuál era su vocación, su llamado. «Me gusta que estén alegres» es una frase que la ponemos en práctica en nuestra tarea docente para que los niños estén en un jardín lleno de amor, alegría y contención brindándoles una educación en valores.
Comunidad de Alcarràs, Lleida
La Madre Cándida amaba la vida sencilla, de relaciones cercanas, con deseo de hacer el bien, con corazón universal y disponible en el envío.