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«Todo este mes es de gracias para mí» P. Herranz, sj

julio 3, 2022

El jesuita P. Miguel San José Herranz, fue el hombre que el Señor eligió para ayudar a la M. Cándida a descubrir su vocación en la Iglesia y para orientar sus pasos y los de la Congregación en los primeros años.

El Señor, que, de manera misteriosa muchas veces, conduce los caminos de la historia, dirige, por motivos muy diversos y en circunstancias muy distintas, los pasos del P. Herranz y de Juana Josefa Cipitria a Valladolid. A él, la luz de Dios le llevaba a percibir una urgencia en el campo de la educación de la mujer y la necesidad de un Instituto religioso consagrado a este servicio; y a ella, la llama a fundar una Congregación, con el nombre de Hijas de Jesús, cuya misión es educar en la fe.

Bajo su orientación, Juana Josefa se prepara para la misión que ha de asumir. Él la introduce en el conocimiento de la espiritualidad ignaciana, con la que ella ya experimentaba una misterios sintonía. La ayuda, la orienta y colabora con ella en la elaboración del plan del Instituto y de sus primeras Constituciones. Preside el acto de inauguración de la Congregación e impone el hábito a la M. Cándida y a sus primeras compañeras.

Antes de que la Congregación celebrara su primer aniversario, el Señor lo retira de Salamanca, llevándolo, a través del destino de su Provincial, primero a Vigo, más tarde a Santiago y, finalmente, a Loyola.

La comunicación epistolar entre ellos será frecuente y, en dos momentos especialmente significativos en el proceso de la elaboración de las Constituciones y de su aprobación por la autoridad eclesiástica competente, la M. Cándida va al encuentro del P. Herranz para confrontar con él lo que el Señor le iba inspirando.

Tres grandes rasgos –rectitud, firmeza y bondad– resaltan en la rica personalidad del P. Herranz. Y su perfil espiritual de hombre de Dios queda suficientemente definido en una actitud de escucha del Señor y discernimiento de sus caminos, de confiada seguridad en Aquel de quien todo lo espera y entrega sin reservas a la realización de su voluntad y en una honda dimensión mariana que penetra su vida entera.

Julio es su mes. Así le dice en una carta a la M. Cándida:

Todo este mes es de gracias para mí. Mañana hace años salí de casa 36, nací, me bautizaron, entré en la Compañía, hice los votos, me ordené Sacerdote, canté Misa. Cuánta carga y responsabilidad. Ayuda con tus oraciones a tu Padre que siempre te tiene presente en los Santos Sacramentos y oraciones. Siervo en Cristo,  

Miguel S. José Herranz 

Texto extraído de la Introducción a la carta nº 1 de la M. Cándida al P. Herranz del libro de la B.A.C. «Madre Cándida María de Jesús. Cartas I» Ed. preparada por Teresa Lucía, FI

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