Más que merecido el premio a nuestro Colegio María Reina, en Orcasur (Madrid).
El miércoles 30 de marzo queda marcado en el calendario de nuestro corazón como un momento de gozo –también pascual en este tiempo!- por ese reconocimiento a la labor generosamente desarrollada cada día en las aulas de dicho centro.
La Fundación SM –siempre impulsora de iniciativas que se refieran a la educación- ha reconocido con el premio a las “buenas prácticas para el éxito educativo”, a nuestro colegio. Con el programa 43,19 referido al verso del profeta Isaías “algo nuevo está naciendo, ¿no lo notáis?”, han puesto como subtítulo “construyendo un sueño”.
Me siento parte de ese centro desde una mínima colaboración y puedo dar testimonio de lo que se vive por dentro: búsqueda conjunta, dejarse acompañar, pedir y pedir ayudas por todas partes, dejarse afectar por la realidad, se arriesgan y apuestan por la innovación con escasos medios materiales pero… siempre soñando, planificando por lo alto, abriendo caminos de futuro, siendo creativos, con un liderazgo colaborativo de modo que se van poniendo en juego los valores de cada persona y así sumando más y más, se consiguen logros.
Toda innovación y vivir las actitudes indicadas no es camino fácil; aparecen muchos obstáculos en el camino, dentro y de fuera, pero la común vocación por educar, es decir, por dar autonomía a las personas, es más fuerte.
Los alumnos, las familias, el barrio… es el contexto necesitado al que estos educadores se deben y van dejando su vida y van marcando huellas en un caminar que tiene las claves de Cándida María de Jesús.
Nos unimos a las numerosas felicitaciones que María Reina está recibiendo. Que este premio sea un estímulo más –por si se necesita!- para reforzar esa vocación tan ilusionada y contagiosa.
¡Muchas gracias por vuestro testimonio!
En el acto de entrega del Premio, Rubén del Castillo, director, nos dejó su saludo agradecido:
Buenas tardes y muchas gracias
Cuando presentamos nuestra buena práctica al Premio le pusimos un subtítulo que era “construyendo un sueño”, así que queremos aprovechar este momento para agradecer a todos aquellas personas, instituciones u organismos que han hecho y hacen posible este sueño que es el María Reina-Hijas de Jesús.
Gracias a los que hace casi 55 años empezaron a soñar un futuro más digno para Orcasitas basado en la educación: Rosario Velasco y el padre José María.
Gracias a los alumnos, razón y motor de este sueño.
Gracias a las familias, que confían una parte de la educación de sus hijos al Colegio.
Gracias a todos los profesores que han desarrollado y desarrollan su vocación en el Colegio. Gracias por el esfuerzo que han hecho, que hacen y que seguirán haciendo, porque es difícil quitarnos la ilusión.
Estamos convencidos de que nuestra misión va más allá de lo educativo y por eso buscamos, con OTROS, EL SIEMPRE MÁS. Así que gracias también a todos aquellos organismos o instituciones con los que colaboramos.
Gracias a Escuelas Católicas de Madrid, por la que nos sentimos muy queridos y arropados. Gracias en especial a los responsables del Programa de Innovación 43, 19, que ha marcado un antes y un después en la historia reciente del Colegio.
Gracias a Fundación Tomillo.
Gracias a la asociación ICEAS-DOPOSCUOLA.
Gracias a las parroquias del barrio, San Simón y San Judas y Preciosa Sangre, así como a sus respectivas Cáritas.
Gracias a los Servicios Sociales Municipales, con los que buscamos cada día una mejor coordinación.
Gracias a los hermanos de la SAFA y a la ONG Carumanda y sus voluntarios.
Gracias a aquellas empresas con sensibilidad educativa y social que ven en el Colegio un proyecto que merece mucho la pena, nos dan su apoyo y hacen que nuestra misión sea, por ejemplo, un poco más cálida.
Gracias a la Consejería de Educación por su apoyo. Apoyo que no nos cansaremos de seguir pidiendo, porque es fundamental.
Dos últimos agradecimientos:
Gracias a la Fundación SM y al jurado del Premio, porque empujones así motivan y animan a seguir.
Y, cómo no, gracias a las HIJAS DE JESÚS, que nos ayudan a ir siempre adelante. Ellas ejemplifican en el María Reina y en sus otras obras educativas y presencias su compromiso por un mundo mejor y más justo, así como su deseo por lograr alumnos autónomos, creativos y comprometidos.
Por último, nuestra enhorabuena a los compañeros de premio. La lista de premiados es una verdadera alabanza a la EDUCACIÓN vocacionada, ilusionante y diferente.
Por María Luisa Berzosa FI