9 DE AGOSTO | FIESTA DE SANTA CÁNDIDA
Hoy celebramos con gozo la vida y el legado de Santa Cándida María de Jesús, mujer de mirada amplia, fe inquebrantable y esperanza viva. Desde el balcón del cielo, confiamos en que ella nos bendice y anima a seguir caminando con su misma pasión por el Reino.
Durante estos días de preparación, recorrimos tres invitaciones a vivir desde la esperanza:
– la confianza radical en Dios Padre, fuente de toda esperanza;
– la esperanza que atraviesa el sufrimiento,
– y el servicio como respuesta agradecida.
Hoy, en su fiesta, volvemos a una carta, escrita en Roma en 1902, en medio de contradicciones, cansancio y muchas incertidumbres;
“Está puesta en las manos de Dios nuestra causa. Somos Hijas de Jesús. Él nos defenderá de todo mal. Ésta es nuestra esperanza, y no quedaremos confundidas.”
santa cándida – Carta desde Roma, 11 de septiembre de 1902
La esperanza de Santa Cándida no fue ingenua ni evasiva, sino una elección radical de fe. Apostó por Dios, en la confianza de que Él conduce la historia, incluso cuando no lo vemos claro. Y esa certeza fue el alma de su entrega, su alegría y su misión.
En este Jubileo de la Esperanza, celebrar a Santa Cándida es dejarnos alcanzar por su certeza: Dios es quien lleva adelante nuestra historia. Él sostiene, acompaña y no defrauda.
Santa Cándida María de Jesús,
haznos mujeres y hombres de esperanza