En la Fiesta de la Inmaculada Concepción, y coincidiendo con el 154 aniversario de la fundación de nuestra Congregación, nos llena de alegría compartir una buena noticia que es don y promesa. Con gratitud a Dios, anunciamos que Antonia Du, postulante de la provincia Asia Oriental ha sido admitida a la etapa de Noviciado.
Una celebración compartida
La celebración tuvo lugar en el noviciado de Manila, Filipinas, donde la postulante de la provincia de AsiaOriental está realizando su camino formativo. Allí, acompañada por la comunidad del noviciado —compuesta por tres novicias, tres postulantes y tres hermanas de votos perpetuos— vivió con serenidad y alegría el momento de su admisión.
La Maestra de Novicias, Elisa Huang FI, fue la responsable de admitirla al noviciado. En esta sencilla y profunda celebración, se le entregaron las Constituciones y un crucifijo, signos profundos de identidad, seguimiento y pertenencia a la Congregación de las Hijas de Jesús.
Un momento para el testimonio
Antonia Du, nos comparte su experiencia:
¡Qué día tan especial y lleno de gracia! Hoy es la Fiesta de la Inmaculada Concepción. Hace 154 años, en un día como hoy, la Madre Fundadora Cándida María de Jesús fundó la Congregación de las Hijas de Jesús. Hoy, 154 años después, me convierto en novicia de las Hijas de Jesús.
¡Doy gracias a Dios por llamarme a seguirle en la Congregación! Al prepararme para recibir las Constituciones, no pude evitar emocionarme y pensar: ¡De verdad que he llegado hasta aquí!
La gracia de Dios es inmensa. Aunque soy extremadamente débil y limitada, Él quiere llevar todo esto a cabo. Le pido a Dios la gracia de poder seguirle en mi futuro camino religioso con la misma humildad y fidelidad de la Santísima Virgen María.
Seguimos unidas orando por las vocaciones
Invitamos a todas las comunidades a que sigamos pidiendo con confianza por las vocaciones, para que el Señor siga acompañando y fortaleciendo cada camino de entrega.
Que la Virgen Inmaculada, a quien celebramos hace muy poco, sea siempre guía y protección para quienes responden con generosidad al llamado del Señor.






