Filomena Legaspi y María Josefa Palmarés – En la comunidad Tahanan Cándida María de Jesús – QUEZON CITY
Filomena Legaspi
Con mucha gratitud celebro mis bodas de oro. Este acontecimiento es una alabanza y acción de gracias por todo el bien recibido que nunca he merecido. Mi vocación de Hija de Jesús es todo puro don, pura gracia del Corazón misericordioso de Dios Padre.
La presencia de Jesús, del Espíritu y el consuelo de tener a María a lo largo de mi itinerario personal – con el juego de luces y sombras, gozo y pena, éxito y fracaso, y a pesar de mi fragilidad – ha sido siempre la fuente de fidelidad, de consuelo y de fuerza.
A nuestras hermanas jóvenes: Tened siempre a Jesús como el CENTRO de vuestras vidas. Solo El os puede dar el sentido profundo y verdadero de vuestra existencia. Vivid la gratuidad y sencillez; estad siempre agradecidas. Así podéis ser fieles a vuestra vocación y misión de Hijas de Jesús según desearίa la Madre Cándida.
Ma. Josefa Palmares
Mi vida religiosa de 50 aῇos como Hija de Jesús significa el amor gratuito e incondicional del Señor por mί.
El camino fue duro muchas veces; los obstáculos insuperables porque veίa mi flaqueza y miseria mάs que la bondad y misericordia del Señor, más que su amor y providencia. Más adelante la enfermedad me llevó a la oscuridad y angustia; pero Dios es siempre Padre. Nunca me dejaba sola en la miseria; me sostenía con su presencia palpable y me abrazaba en mi fragilidad.
Ahora mirando atrás, después de una experiencia profunda de conversión personal, sólo tengo sentimientos de gratitud honda a la Congregación, a mi comunidad, a mi familia y seres queridos, a todas las personas que me han acompañado a lo largo del camino.
Gracias, Padre. De nuevo me entrego totalmente a tu querer. Hazme, como la M. Cándida, un rostro de tu Hijo Jesús a los demás.
A nuestras hermanas jóvenes: Sed fieles a vuestra vida de oración, a la relación personal con Dios. Es el eje vital de nuestra vida de Hijas de Jesús.
Ma. Celia Gorriceta – En POTOTAN, ILOILO
El seguimiento de Jesús por muchos años me ha hecho descubrir “la manera de amar” propia de El. Es mάs allá de lo que expresan las palabras. Es algo muy personal y único. Su FIDELIDAD y COMPASIόN en momentos de gozo, de dificultad o de prueba es abrumante.
Aún no lo había merecido, tuve el privilegio de pertenecer a la Comisión de Constituciones con Inés Laso como moderadora, con Celia Amorόs, Leila Gómez, Pilar Linde y yo como miembros. Seguramente, mi pobre español fue un peso a su paciencia. Pero gozaba de su comprensión y mucha ayuda. Tuvimos muy buenas relaciones en cuanto al trabajo y, a pesar de mis limitaciones, estuve contenta y me sentía aceptada. Para mί, fue una experiencia inolvidable del nuestro carisma de FRATERNIDAD.
Mi mensaje a nuestras jóvenes: Sed atentas a la PALABRA DE DIOS y a la VOZ DE LOS POBRES, especialmente a los menos favorecidos, a los últimos y a los perdidos. Esta atención a los pobres significa la predilección de Dios hacia ellos. Es la fidelidad a nuestro carisma sintetizado en – “Dios es nuestro amado Padre y somos hermanos en El” – FILIACIÓN y FRATERNIDAD.