Me permito no entrar en las palabras que nos dirigió Mª Inez, (es mucho lo que nos dijo), sino lo que percibí detrás de ellas. Fueron unas palabras de una hermana y nos indicaba que El Espíritu nos estaba llamando a los Laicos cristianos espiritualidad Madre Cándida, a situarnos en el lugar que estamos llamados y convocados. Ha llegado la hora de ponernos andar, es la hora de saber dar los pasos sin miedo a los tropiezos, a las caídas, a acoger nuestras pequeñeces, pero sabernos poner en pie, a ser maduro, s a utilizar ese don del Espíritu, llamado “creatividad”. Es saber ir a la fuente donde la Madre Cándida bebía, a beber de su persona, del carisma recibido y traducirlo al lenguaje que nosotros los laicos cristianos debemos descubrir y vivirlo en nuestra condición de laicos cristianos. Es la hora de darnos a nosotros mismos un voto de confianza, de salir de nuestro complejo de ser pequeños, es la hora, nos diría hoy la Santa, de vivir nuestro bautismo sin complejos sin infantilismo, y me agarro ahora si, a una palabra machaconamente repetida por Mª Inez: Espíritu. “El protagonismo, nuestra llamada es del Espíritu, y si el Espíritu es el que lleva la iniciativa, dejémosle entonces actuar”.
Me miro y os miro queridos amigos y me pregunto: ¿sabremos estar a la altura de las exigencias del Espíritu?. Necesitamos ahondar en lo que hemos recibido y que de alguna manera y a la manera del “Ruah”, tenemos que responder. Se nos pide madurez, se nos pide escrutar lo que quiere de nosotros, se nos pide que en la diversidad y procesos distintos hagamos caminos juntos. El veros el pasado día 4 de junio, percibí que nos alegraba y nos fundía en un mismo sentir. No lo dejemos. Pedir a nuestras hermanas en la otra rama del árbol espiritualidad Madre Cándida, que podamos formarnos juntos, SI JUNTOS, pero haciendo una lectura del carisma y espiritualidad, desde los laicos cristianos, con respeto a nuestra manera de ser Iglesia, con nuestra manera de ser laicos cristianos, espiritualidad M. Cándida. Es nuestra hora, es esta hora, es la hora.
Gracias Mª Inez por buscarnos, animarnos y hacernos soñar, el sueño de Espíritu…
Gracias Teresa por darnos posibilidad del encuentro, por la facilidad que nos dais la provincia para poder caminar, y sentir que queréis que seamos lo que tenemos que ser y a nuestro estilo.
A la Comunidad de la Inter, por su acogida y disponibilidad.
Gracias a vosotros hermanos y hermanas laicos Espiritualidad Madre Cándida, Gracias porque me he confirmado que esta hora es nuestra hora, es la hora, como lo fue aquel 2 de abril de 1869 junto al Rosarillo de Juana Josefa. Es hora del Espíritu. (1Tes 5:19)
Miguel Ángel Ruano Sánchez