“Nos unen tantas vidas del pasado y del presente, sostenidas por la sabia del Espíritu de Dios. Mujeres que entrelazan experiencias y caminos, sabias, valientes, las mujeres de tu pueblo…”. (Canción: “Mujeres en camino” de Ain Karem)
Como estaba señalado en la carta circular número 37 de la Superiora General, del 22 al 25 de julio la comunidad de Mozambique nos encontramos con el Gobierno General en Roma para tomarnos un tiempo de escucha, hacer memoria orante del camino recorrido juntas y sentir cómo el paso de Dios se ha ido comunicando en cada una.
Han sido días de búsqueda, oportunidad para revitalizar lo esencial de nuestra vocación de Hijas de Jesús y de sentirnos en comunión con el Cuerpo mirando al futuro que soñamos con realismo y la posibilidad de abrirnos a nuevos horizontes.
Hemos mantenido un ambiente de oración y discernimiento. Dispuestas a escuchar la voz del Espíritu que pasa por cada hermana. Conscientes de nuestro momento vital y del proceso en el que nos encontramos.


Un subrayado que ha marcado el ritmo y la dinámica de búsqueda conjunta ha sido “que no sea impedimento, Señor, en este aquí y ahora». Con la invitación a rezar “ahora es tiempo de gracia” (2 Cor. 6, 1-2), hemos ido encontrando pequeños pasos y señales en los que, como los de Emaús, hemos experimentado que el Señor está con nosotras, camina a nuestro lado.
Durante estos días de escucha y diálogo, compartir vida y misión con el Gobierno general, desde nuestra presencia en África, nos ha ayudado a ampliar la mirada y a constatar que el Cuerpo se mueve, está disponible y somos en discernimiento. Han resonado con confianza renovada las palabras del Padre Herranz que dirigió a aquellas 6 primeras Hijas de Jesús: “La obra no es vuestra, es de Dios y Él sabe y conoce los instrumentos que escoge”.
Al final de todo el proceso, podemos decir que hemos vivimos una experiencia honda, rica y única de Cuerpo universal en Misión. Por eso, nos sale del corazón: ¡GRACIAS! Gracias al Gobierno general por habernos convocado a toda la comunidad de Mozambique, por el compromiso y cuidado en el buen ser. Gracias a todas las Hijas de Jesús que han pasado por Mozambique y han dejado sembrado un camino de esperanza. Gracias a las hermanas de la casa Curia y a todas las que habéis acompañado este encuentro con vuestra oración y cercanía .
Comunidad de Hijas de Jesús en Mozambique